MDN
h

Es cierto lo que dice el actor y director Bruno Ascenzo sobre los homenajes escolares por Fiestas Patrias: estos suelen restringirse a la realización de danzas típicas en los patios o a marchas por las calles aledañas a los colegios. Para ese fin, muchas veces queda olvidada la poderosa voz del teatro. Y porque hay mucho que decir, no solo este 28 de julio, sino siempre, es que ha elegido esta expresión artística para ser el corazón de un proyecto al que se ha denominado Los niños libertadores. Están detrás de este El Comercio y el Jockey Plaza, y se materializa en un espectáculo escénico en el que participan 12 niños, niñas y adolescentes de colegios públicos y privados de Lima. El objetivo es uno: reflexionar sobre los cambios necesarios para construir el futuro de un país mejor.

Ascenzo ha asesorado artísticamente la obra que el 12 de julio se presentó por primera vez en el Decano de la prensa nacional, la cual ha sido dirigida por María Fernanda Asparria. En ella, son los menores quienes tienen la palabra. Quienes opinan. Quienes exigen. Quienes se comprometen. Quieren una segunda independencia de las taras que no dejan avanzar a su Perú de hoy. Quieren respeto, inclusión. Acción. Es así que, ataviados a la usanza de la época de San Martín y Bolívar, utilizan el escenario para lanzar sus propuestas propias. También para convencer al público de que ponga su grano de arena.

Aquel que asistió al estreno, por lo menos, entendió la idea. Muchos firmaron un compromiso para poner el hombro y hacer ondear más fuerte la bandera nacional. La primera en hacerlo fue la vicepresidenta de la República, Mercedes Aráoz. Le siguieron el director del diario El Comercio, Juan José Garrido; la gerenta de marketing del Jockey Plaza, Claudia Aller; y el mismo Ascenzo. También otros invitados como Gino Costa, legislador de la Bancada Liberal; Jorge del Castillo, congresista del APRA; y Víctor Andrés García Belaunde, legislador de Acción Popular.

“Queremos contribuir a mejorar nuestra sociedad. Con ese fin se gesta la idea de intervenir las actuaciones escolares, de darles voz a los niños y conocer cuál es el país donde desean vivir. El guion se ha hecho con el Ministerio de Educación y Unicef. Además, ha sido revisado por el académico y psicólogo social Jorge Yamamoto”, explica Claudia Aller. La pequeña pieza ya se presentó, además, en el Jockey Plaza, el 18 de julio, y volverá a hacerlo el 20 y 26 de este mes. También se tiene pensado que recorra colegios emblemáticos de la ciudad y que forme parte de las actividades por los Juegos Panamericanos. “Quisiéramos que esto se vuelva un movimiento, que la escenificación se replique en otros colegios, que muchos peruanos firmen también el compromiso, que, por qué no, incluso llegue al presidente Martín Vizcarra”, puntualiza Aller.

Juan José Garrido Koechlin, director periodístico de este Diario, afirmó, en tanto, que este proyecto intenta que sean los niños quienes proclamen la independencia del Perú de los malos ejemplos y todo lo que lo retrasa de ser una gran nación. “En las nuevas generaciones reposa la consolidación de una república sana, con valores”, puntualizó.

Habla, joven
Jefferson Pulanche tiene 16 años y asiste a la I. E. Corazón de Jesús de Chorrillos. Según cuenta, él acudió a una prueba de actuación convocada por el Comité Metropolitano de Estudiantes (Comete), una organización que representa a diversos estudiantes de los colegios públicos de Lima Metropolitana. Esta es supervisada por la Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana. Su talento lo llevó a ser elegido.

“Nos estamos comprometiendo para que el mensaje llegue a más personas. Los jóvenes también estamos involucrados en la idea de cambiar el Perú, no solo los adultos. Por eso hablamos de respeto, de parar la violencia contras las niñas y las mujeres, parar el bullying en las clases, parar la xenofobia”, cuenta Jefferson, bastante seguro de sí mismo.

Lo secunda Merlis Carrillo, otra talentosa estudiante venezolana de la misma escuela, también integrante del elenco. “Esta experiencia ha sido tan emocionante... Yo pensé, la verdad, que no me iban a elegir, por ser extranjera o porque no lo había hecho bien, pero ocurrió. Además hay otros dos chicos colombianos. Todos, al final, pensamos igual. Casi no se escucha a los jóvenes y tenemos mucho que decir. No queremos violencia ni corrupción. Queremos una nueva libertad”. Para qué más. //

Contenido Sugerido

Contenido GEC