Tiktokers con calle: historias de peruanos de a pie que hoy son estrellas en esta red social

Tiene la chispa y esa carita de gordito sinvergüenza que convierte sus sketches en todo un éxito viral. Jair Machón Herrera (29) se ha hecho tan popular en los celulares de miles de personas que incluso fue convocado para el cásting que buscaba a Tarrón, el amigo subido de peso de la mancha de Cachín en una nueva versión de la película Asu Mare, pero al final un actor más conocido lo desplazó, según él.

¿Pero quién necesita el cine o la televisión cuando no puedes caminar tranquilo por la calle o el mercado porque ya te están pidiendo una ‘selfie’, el autógrafo de nuestros tiempos, y todos te sonríen como si te conocieran de toda la vida? Esta es la magia del TikTok que conocen Los Viza, la familia conformada por Jair y su hermano Tiago Junaiker (32), ambos jóvenes militares en retiro que crecieron en una de zona de Chorrillos con fama de brava y ponedora, a pocas cuadras de “la cancha de los muertos” y el malecón. El cuarteto se completa con la profesora de arte Danixa Lobatón Francia (28), novia de Tiago, y Guillermo Junior, el hijo de Jair de 11 años.

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Los Viza usan el lenguaje de la calle y representan los arquetipos de la vida barrial: está el camarón (que chupa pero no pone), el sacolargo, el cachudo, el que quiere largarse a los ‘iunaites’. No copian las preprogramadas posiciones de los actores de TV, sino que se mueven con la espontaneidad que otorga ser seguidos por un celular con muchas ansias de chisme.

Jair se hace querer, es el choche de quienes buscan un humor con tufo familiar y hasta de peruanos residentes en el extranjero que, al verlos, actualizan la jerga nacional. Y pensar que su hermano Tiago hasta le rogaba que grabaran tiktoks. Pero Jair creía que una cosa era ser el chonguero del barrio y otra profesionalizar sus ocurrencias. Sin embargo, Tiago lo convenció. Grabaron un primer video en la playa que de inmediato se hizo viral. Había nacido una nueva estrella en el paseo de la fama de la Costa Verde.

Su atrevimiento ha merecido a Los Viza un millón de seguidores en un año, si se suman sus redes. El niño Junior se ha vuelto el más popular del colegio a pesar de que fuera de pantallas no mata ni una mosca.

“Ustedes cuentan las cosas como son”, les dice la gente. Incluso desde hospitales les agradecen por haber hecho reír a los pacientes. ¿Por qué les dicen Los Viza? No tiene nada que ver con la embajada norteamericana, sino con una vieja chapa de Tiago, a quien comparaban con un jugador de fútbol de apellido Viza. Una chapa que también pasó a Jair y se convirtió en marca de familia. Ellos han renunciado a sus ocupaciones para, como dicen, darle con todo al TikTok.

En otro rincón de Lima, en el distrito de El Agustino, un chico se levanta muy temprano para grabar con ayuda de su aro luminoso las noticias del día. Y lo hace con una convicción que hipnotiza. Apunta a los dos millones de seguidores y está imparable. Es el Chico de las Noticias, un formalito Cristh Palomino que ha tenido tanto éxito que convirtió el quinto piso de la casa familiar en un set completo con sala de entrevistas, mapamundi de fondo y una iluminación dicroica que revela una decoración de muy buen gusto.

Cuenta que hasta Gisela Valcárcel acudió a este set para una entrevista con un joven que no ve las horas de que la famosa red china empiece a pagar en el Perú. Sin embargo, los ingresos por sus actividades en redes le permiten vivir con independencia, lo justo para un periodista con iniciativa.

Como quien cambia de historia en TikTok, ahora estamos con Miguel Catman en San Juan de Miraflores, un chico que enternece con las historias de sus gatos. A Ojitos, una gata blanca, la recogió de la calle. La habían atropellado, sangraba y nadie la atendía. Él le dio auxilio, la curó en su casa y gracias a un veterinario empezó a hacerle masajes. Fue entonces que empezaron sus historias en TikTok.

Los ejercicios de estiramiento para mejorar la lesionada columna de Ojitos se convirtieron en los pasos prohibidos de cumbia. La música de fondo y los brazos en alto de la felina contoneándose como vedette de programa sabatino atrajeron tantos seguidores encantados con la dedicación de Catman que le empezaron a pedir entrevistas incluso desde webs europeas.

Catman ahora tiene otros gatos que nutren sus historias de TikTok con momentos mágicos de intimidad. A muchos los recogió de la calle y los dio en adopción. Este chico sabe darles personalidad y humor. Ya todos conocen los pasos prohibidos. Él mismo se graba despeinado y lagañoso apenas se despierta rodeado de felinos a los que alimenta con su estrecho presupuesto de estudiante. Grandes marcas se han ofrecido a ayudarlo, pero cuando se enteran de que vive en una zona alta de San Juan de Miraflores lo dejan en visto. Eso no impide que Miguel Catman sea hoy un referente del amor y responsabilidad por los animales.

Ahora nos metemos al carro del venezolano Emir Miles, que es un suceso desde que se puso a contar (dentro del auto donde trabaja haciendo movilidad) las peripecias de un foráneo extrañado y a la vez encantado con las costumbres y cosas que observa en la Lima que le tocó habitar desde que llegó de su país en bus. Su juventud y desparpajo se han convertido en una pastilla diaria de humor retratando una ciudad que lo acogió con cariño y que le dio estabilidad y hasta un hogar feliz con pareja peruana.

No menos apasionante es la historia de Francis Herrera, una maquilladora que se quedó en nada con la cuarentena y que se refugió en el TikTok para ofrecer consejos de belleza y darles ánimo a las mujeres. Ahora su éxito es tal que está pensando armar su propio estudio de grabación en su casa de Huachipa. //

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