‘AR-torito’ y la historia detrás de la mototaxi robot de cinco metros hecha con materiales reciclados

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Con restricciones menos rígidas, pudo viajar a Cusco para trabajar junto al artista Edilberto ‘Edi’ Mérida en el ‘Abrazo Imposible’, que -dentro del distanciamiento social- simboliza el abrazo imposible, ese que aún no podemos darnos y que todos esperamos con ansias. Es, también, la unión del hombre andino con sus valores ancestrales. Luego del buen recibimiento del monumento de 2,80 metros de alto, en la plaza de San Blas (hoy en el mirador de la comunidad de Taray), Lanfranco le contó sobre su peculiar propuesta. “¿Qué pasaría si de los ticos, las combis, los ómnibus, del caos urbano, emergen robots alucinantes? ¿Cómo los -y nos- veríamos en el siglo XXI?”, fueron algunas de las preguntas que convencieron a Mérida para sumarse al proyecto.

Desde hace un mes que vienen trabajando en el robot PE-2021, también llamado AR-torito (un guiño a R2DE, de Star Wars), un robot de cinco metros y casi una tonelada de peso con piezas recolectadas en chatarrerías de Lima y Cuzco y de viejos mototaxis. La obra está inspirada en los Transformers, Mazinger Z, El Vengador, Robotech y, cómo no, en la cultura pop peruana. “La pieza busca celebrar nuestro Bicentenario resaltando las virtudes de nuestra cultura peruana: creativa, recursera, emprendedora, resiliente y con sentido del humor”, cuentan los artistas desde un taller en Calca, Cusco.

Con AR-Torito, Lanfranco y Mérida han dado vida a lo que llaman el primer Mechamorfo, creado por un par de robots futuristas más pequeños llamados Yute y Tocuyo (creados por Rafael). Ambos personajes viven en un mundo de chatarra y desperdicio conocido como El Imaquinario, ubicado en un (futuro) Perú postapocalíptico, donde construyen máquinas fantásticas de estos restos para tener aventuras y encontrar a su creador. De esta forma, Lanfranco propone darle una nueva mirada a “nuestro gran desorden” e intentar reordenarlo apelando a la creatividad e irreverencia de nuestra cultura.

El proyecto -que está a un 80% y decidieron mostrar un adelanto aprovechando el anuncio de las grabaciones de Transformers en la Ciudad Imperial- espera ver la luz a fines de julio. La meta es exhibir el AR-torito en diversos espacios públicos como parques, plazas y centros comerciales a nivel nacional. La gira iniciará, cómo no, en Cusco. Además de recrear réplicas en menor escala, en edición limitada, y otras piezas de arte vinculadas al robot peruano. Lo recaudado de esto último será destinado a proyectos vinculados a la educación y el desarrollo comunitario. A estar atentos. //

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Rafael Lanfranco es artista plástico multidisciplinario y autodidacta, creador de diversos mundos que fusionan la cultura peruana con la estética pop, entre ellos los WAKOS, el Imaquinario de Yute y Tocuyo, los Perujis y la República del Perrú. Es becario Fulbright 2005, con una maestría en Comunicaciones de la Universidad de Boston. Trabaja con galerías en Lima, Korea, Japón, Miami, Santiago de Chile, Singapur, Madrid y Marsella.

Edilberto Mérida es artista plástico con formación inicial en los talleres de su familia, en Cuzco, y complementada con estudios en la Facultad de Arte de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha participado en proyectos artísticos vinculados a la museografía, arquitectura, cine y televisión. Entre ellos, la Exposición Mundial de Yeosu Korea 2012, la implementación museográfica del Museo Tumbas Reales de Sipán, Museo Cao, Museo Chavín, Museo ITE, Casa de la Gastronomía y otros 15 museos en a nivel nacional e internacional. La familia Mérida es promotora del Museo Inkarry, en Calca, que difunde la cultura peruana precolombina.

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