Hace un año y días, Somos ingresó a la unidad neonatal de cuidados intensivos del Instituto Nacional de Salud del Niño, en Breña, donde media docena de bebés prematuros batallan por sus vidas dentro de incubadoras computarizadas. Los hospitales son, por esencia, cara mezcla de fe, paciencia, cariño, trabajo, silencio. El otrora Hospital del Niño transmite eso en cada pasillo, en cada pared, en la voz de cada enfermera y cada doctor.
Eso, desde hace 90 años, en que un día como hoy fue inaugurado como Hospital Julia Swayne de Leguía.
Aquella vez, en un reportaje titulado “La vida en 800 gramos: la dura batalla de los bebés prematuros en el Perú”, conocimos la historia de Mathías, que nació apenas con un kilo de peso. Su bracito, fotografiado por el reportero gráfico Rolly Reyna, fue la prueba de esa poderosa sensación de querer seguir viviendo, pese a cualquier adversidad.
Ocho semanas después de haber llegado al hospital, Mathías pesó dos kilos y 330 gramos. Pronto iba a ser dado de alta.
Estos números suman: el Instituto Nacional de Salud del Niño atiende a diario a mil 300 pacientes por consulta externa en 45 subespecialidades pediátricas, 250 por emergencia y cuenta con 400 camas para hospitalización, según información brindada por el mismo INSN. Y esta, una mejor noticia aún: en breve contará con una Unidad Oncológica Pediátrica para realizar diagnóstico y tratamiento a los niños amenazados con este mal.
En estas imágenes, un repaso gráfico por los 90 años del Instituto Nacional de Salud del Niño, en las primeras cuadras de la avenida Brasil. Cuando pases por ahí, eleva una oración y piensa que un ejército de médicos y enfermeras cuidan a nuestros niños.
Los niños sanos, valientes, que heredarán el país que hoy estamos construyendo.