Quizá fue la rigidez que impuso la pandemia o tal vez el estrés habitual de la siempre caótica Lima lo que impulsó a muchos peruanos a abandonar la ciudad y refugiarse en las playas del sur. Era marzo de 2020 y por entonces había que pensar en demasiadas cosas urgentes al mismo tiempo: la salud física, la necesidad de aire limpio y el bienestar mental de los niños, sometidos al encierro. Una vez terminada la crisis sanitaria, ocurrió lo imprevisto: muchos ya no quisieron regresar. El pequeño éxodo de limeños que viven allá y que a Lima regresan contados días en la semana, por cuestiones puntuales, se explica de diversas maneras. La razón principal es que la ciudad capital se siente demasiado saturada, otras veces como una válvula de presión. El sur, en cambio, se percibe como el viejo Oeste para los pioneros. Un mundo lleno de posibilidades.
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El economista Luis Miguel Artieda (44) es uno de esos peruanos que luego de probar con su esposa y dos hijas la vida plácida que se respira en el sur chico ha decidido apostarlo todo y echar raíces en las arenas de Punta Hermosa. Empezó alquilando una casa en San Bartolo por dos semanas, ideal para estar cerca del mar, y al poco tiempo ya estaba buscando contratos permanentes en otras zonas. “Lo que se vive en el sur de Lima que no se vive en Lima centro es la libertad de salir a la calle sin temor a que te atropelle un auto, por ejemplo. Yo pensaba que ese era mi destino hasta que conocí el sur. Acá no pasa eso. Hay menos autos, menos densidad, menos contaminación. Mis niñas tienen su llave cada una. Pueden tener vida de barrio.
Es esa vida de barrio, de tardes plácidas paseando y comiendo helados por playas y balnearios como San Bartolo, Punta Hermosa, Punta Negra, El Silencio y más, lo que más añoran las personas de media- na edad cuando llegan al sur chico a vivir. En aquel entonces, la vida misma parecía una estampa en blanco y negro o sepia, evocando recuerdos veraniegos. Ahora, las cosas se sienten más reales y palpables. Algo grande está sucediendo en el sur, y quienes mejor lo saben son los puntahermosinos de toda la vida.
En la calle Islas Ballestas, en Punta Hermosa, por ejemplo, se ha creado un ecosistema de negocios como no lo hay en todo el sur. La zona se ha convertido en un polo comercial y cultural alimentado por la propia comunidad de tablistas, vendedores de productos naturales y más. Aquí está la panadería Doris, cuya fama con el pan y los pasteles se extiende por todos los balnearios. Tan popular es que algunos llaman a estas tres cuadras “Conquista-Doris”, haciendo alusión a la clásica arteria sanisidrina. De noche, es un lugar muy bonito, lleno de luces, cadenetas y shows musicales en vivo. Además, hay tiendas naturistas, hamburgueserías como Juicy Lucy, marcas de ropa y una tienda especial de jamones, quesos y jugos llamada La Charcu, dirigida por nuestro campeón sudamericano World Surf League 2022-23, Miguel Tudela.
“Cuando abrimos, éramos solo cinco negocios. Estaba Doris, que es la que empezó todo. Y hoy se ha vuelto una calle superclásica a la que viene gente no solo de Punta Hermosa, sino de las otras playas. Está bien iluminada, y provoca pasearte”, comenta Tudela, que ya se alista para representar al país en febrero luego de la lesión que sufrió en los Panamericanos. Algo que sí echa en falta el tablista es una adecuada atención en salud para todo el sur chico. “Hasta ahora, no tenemos un hospital. Hay algunas postas, como en San Bartolo, que no se dan abasto. Si tienes algo grave, tienes que irte a Lima. La oferta de colegios puede mejorar. En la zona de Villa, en Chorrillos, hay varios, como el Cambridge, el Villa Alarife, pero acá mismo no”.
EL DESARROLLO NECESARIO PARA EL SUR
A las playas del sur chico se puede acceder y regresar utilizando el servicio de Uber. Sin embargo, es importante destacar que el costo es elevado y, en ocasiones, puede haber una espera de hasta quince minutos para que un taxista acepte el viaje. Aunque se suele exagerar sobre la distancia, según los residentes locales, los trayectos de ida o vuelta a Miraflores pueden ser más rápidos que trasladarse desde ese distrito hasta La Molina, dependiendo de la hora del día. La clave es salir con suficiente tiempo y ser precavidos. Además, en la zona, se reciben entregas de servicios de entrega como Rappi, PedidosYa, Tada (de Backus) y Agora. También hay bodegas y minimarkets.
El desarrollo en el sur chico también se medirá por la infraestructura que respalde su crecimiento. “Llegamos al sur chico muchos años antes de la pandemia porque siempre vimos el sur de Lima como la expansión natural de la ciudad. Aunque esta visión era compartida por muchos, pocos apostaban por ello. La apuesta general era realmente crear una nueva ciudad”, explica Rafael Villanueva, CEO del grupo Algeciras, que este año tiene una desta- cada actividad de desarrollo en la región. Este proyecto incluye el Boulevard Punta Hermosa, que contará con una tienda Tottus de 3.800 metros cuadrados.
El proyecto contempla otras características altamente demandadas por la población local. “Además de la llegada de varias tiendas más pequeñas, estamos finalizando acuerdos con tres colegios y dos centros de salud privados, los cuales esperamos firmar durante este año”. El área de influencia del boulevard prometido será extensa, desde Lurín hasta Chilca. Actual- mente, se encuentra en proceso de construcción y se espera que la entrega se realice a finales de 2024.
Justo enfrente de esta construcción, se llevará a cabo otro macroproyecto igualmente ambicioso, conocido como el proyecto Puntamar, orientado a primeras viviendas y no a casas de campo. Se ofrecen lotes de 200 y 250 metros cuadrados. Desde una perspectiva aérea, da la impresión de ser una ciudad frente al mar, con instalaciones como canchas de fútbol y de tenis y una laguna. “Puedo compartir en primicia que acabamos de concretar la venta de la primera casa”.
Hay más ventajas al, como mencionaba Raffaella Carrà, “venirse al sur”. “Trasladarse al sur chico permite liberarse de la contaminación sonora y lumínica que au- menta sin control en la ciudad”, afirma Sandro Vidal, director de Consultoría e Investigación de RE Propiedades. Recientemente, esta empresa ha publicado un informe exhaustivo sobre la demanda de casas en la playa. Según el estudio, esta se concentra abrumadoramente en la playa de Asia (56%) y Cerro Azul (21%). En tercer lugar, se encuentra Punta Hermosa (14%). El precio de alquiler de casas de playa en lugares como Señoritas, Los Pulpos y Lomas del Mar supera el promedio.
“En el sur chico aún encontramos una vida de barrio, tranquila y con el beneficio de vivir frente al mar”, apunta Mariano Olcese, gerente de ventas de Octagón. “El trabajo híbrido le ha permitido a muchas personas movilizarse y tener una vida más sana y calma, es el escape ideal pero sin perder conectividad, estamos a 30 minutos de Lima. San Bartolo es un barrio encantador que te ofrece un sin fin de actividades como surf, sandboard, golf, buceo, cuatrimotos, y una gastronomía sin igual”, precisa. Su grupo está desarrollando el proyecto Miramar, en la misma San Bartolo, que ya va por su segunda etapa. “En total serán 3 torres de 100 departamentos cada una distribuidos en 10 pisos. Está a 30 minutos de Lima en el KM 48 de la panamericana sur, hacia el mar en San Bartolo. Nuestro ticket promedio es de S/350,000 para los departamentos de 02 habitaciones y de S/400,000 para los de 03 habitaciones”.
El sur sigue en expansión. A diferencia de Lima, donde todo se eleva con edificios cada vez más altos, acá el crecimiento es hacia los lados y, sobre todo, hacia el sur. La visión a mediano plazo se proyecta más allá de Pucusana y antes de llegar a Asia. “El sur chico va desde la playa Pulpos hasta Santa María. Playas muy visitadas para pasar el día. Pero no existen muchos proyectos de condominios entre otros, como para ofrecer gran demanda al público, son playas ocupadas que ya no cuentan con áreas para el crecimiento inmobiliario”, opina Lorena Samamé, gerente comercial de la Inmobiliaria Desarrolladora. Es por eso que las playas con mayor crecimiento, en su análisis, estarían en la actualidad desde el km 60 al 80, donde están las playas: Canarias, Gramas, Puerto Nuevo, Lagunas, Puerto Viejo, San Antonio, etc. “Se están desarrollando y entregando condominios en Puerto y en el Km. 72 de San Antonio. Las casas de playa van desde S/. 520,00 hasta S/. 650,000 soles. Las de campo van desde S/. 550,00 a S/. 650,00 soles. //
Cuando elijas revestimientos, opta por aquellos resistentes a la humedad y de fácil mantenimiento, como porcelanatos, piedras naturales (granito y cuarzo), piedras sinterizadas o microcemento, que brindan un acabado moderno y uniforme. En cuanto al mobiliario, utiliza materiales naturales como madera, rattan y mimbre, asegurándote de que la madera esté bien seca y tratada para exteriores. Materiales novedosos, como PVC con tacto madera, son opciones de bajo mantenimiento. En textiles, elige telas acrílicas o exteriores, impermeables, resistentes a la decoloración y fáciles de limpiar. Para la decoración general, el blanco crea amplitud y destaca los acabados; los colores claros y neutros son también recomendables. No temas experimentar con colores para lograr sensaciones de ligereza y frescura. Para las habitaciones infantiles, aprovecha la luz del verano, utilizando colores vivos en tonos pasteles, diseños de atardeceres y temáticas marinas. Incorpora muebles funcionales para mantener el orden. Finalmente, recuerda que los muebles necesitan mantenimiento. Cubre con forros especiales y utiliza anticorrosivos, barnices o silicona según el tipo de mueble para asegurar una larga vida útil.
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