Alberto Fujimori salió en defensa de Kenji luego de que este fuera sancionado por FP. El benjamín de la familia busca obsesivamente el indulto de su padre. (Foto: Rolly Reyna/El Comercio)
Alberto Fujimori salió en defensa de Kenji luego de que este fuera sancionado por FP. El benjamín de la familia busca obsesivamente el indulto de su padre. (Foto: Rolly Reyna/El Comercio)
Juan Carlos Tafur

El presidente de la República ya tomó una decisión. Prontamente convocará a una junta médica y le pedirá evaluar la condición del ex presidente. Si se concluye que el encierro en una cárcel ocasiona riesgo vital, PPK aplicará el indulto humanitario. Al respecto, su entorno palaciego tiene opiniones encontradas, aunque se descarta una crisis mayor, como algunos analistas han mencionado.

Cuando el presidente declaró que el tema del indulto a Alberto Fujimori transitaba por la figura de un “perdón médico” alborotó el cotarro, pero en el fondo se refería a lo que en otras circunstancias ya había señalado: que si hay razones médicas que lo sustenten, procedería a la gracia presidencial.

El tema se discute en la interna del gobierno casi desde sus inicios. En las discusiones de petit comité o las más ampliadas del gabinete ministerial, siempre ha estado presente. Inclusive el tema se incorpora en los focus group que desde la PCM y la Presidencia se encargan a empresas como Ipsos, Imasen o GFK, bajo la encargatura del poderoso asesor presidencial, Alberto Cabello, entusiasta promotor del indulto como una estrategia de gobernabilidad.

Lo cierto, sin embargo, es que diversos informes extraídos de esos focus no se muestran totalmente favorables al indulto, lo cual evidencia una opinión pública dividida o aún indecisa respecto del tema.

“Si le sucede algo grave a Fujimori en prisión, nos fregamos todos”, repite PPK en muchas reuniones con empresarios y periodistas, mostrando cuál es su verdadero temor y su real consideración.

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