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Pacificum
Malena Newton

Hace 10 millones de años, el fondo de nuestro océano Pacífico hubiera enloquecido de inspiración al creador del tiburón en formol de los 9, 5 millones de euros, el controvertido Damien Hirst. “Los cadáveres permanecían mucho tiempo sin estropearse, probablemente porque, en aquellos años, los fondos marinos no tenían oxígeno y no había bacterias que descompongan la materia orgánica”, hipotetiza Rodolfo Salas, paleontólogo y uno de los cuatro profesionales que protagonizan el documental 'Pacificum, el retorno al océano'.

Hoy, los restos fosilizados de esos cadáveres están en Ica, pero la única forma de entender por qué es admitiendo una realidad durísima para cualquier cultura tan antropocéntrica como la peruana: el hombre no siempre existió. 

El mar, en cambio, sí. Y, hace 10 millones de años, cuando el ser humano ni siquiera había evolucionado en África y en el Perú solo existían otra clase de primates, Ica, Piura y Tumbes estaban sumergidas. 

Así, el desierto de Ocucaje en Ica, es hoy uno de los cementerios paleontológicos más grandes del mundo, comparable a Liaoning, la llamada “Pompeya de los dinosaurios” de China. 

“Pronounced oh-coo-CAH-heh”, indica un artículo de The New York Times del 2010, que enumera entre los descubrimientos realizados por un paleontólogo del Museo de Historia Natural de París, el fósil del Leviathan Melvillei, una ballena de dientes más largos que los del Tyrannosaurus rex, cuyo nombre remite curiosamente al del escritor Herman Melville, creador de la fantasmagórica y feroz Moby Dick.

Llámame Pacificum 
Dentro de un periodo de cinco años en el cual recorrieron todo el litoral, el equipo de Pacificum viajó al desierto de Ocucaje y, si bien no colectaron fósiles, sí les aplicaron un consolidante (pegamento diluido en alcohol) que se infiltra en el hueso y lo endurece, protegiéndolo de la erosión. “La queratina, una proteína de la que están hechas las barbas de las ballenas, se ha conservado. Es un caso excepcional de fosilización. Es rarísimo”, asegura Salas.

Además, guiados por su descubridor, el paleontólogo Mario Urbina, bautizaron como Pacificum a una nueva especie de ballena que no sobrepasa los 6 metros –característica de los cetotéridos, grupo de donde provienen las ballenas actuales– y cuyos huesos, en perfecta conexión anatómica, tienen 12 millones de años. 

Mar de hombres
​Lo cierto es que gran parte de la historia está escrita en fósiles, no en papiros, y el documental –ganador del Primer Premio del Público del Festival de Cine PUCP 2017– intenta combatir la mencionada actitud antropocéntrica que ha hecho, por ejemplo, que la historia peruana que casi todos conozcamos, sea la de las culturas prehispánicas. “Se ha dejado de lado la que estudia la paleontología”, reclama Salas.

Aunque la relación del poblador prehispánico con el mar era diametralmente distinta… “Uno piensa que los templos que están al pie del océano estaban ahí para vivir y gobernar, cosa que en nuestra cabeza es lo lógico”, declara Mariana Tschudi, directora de la cinta. “Pero varios fueron hechos con el único fin de ser una ofrenda al mar. Incluso sacaban mullo y lo ofrendaban a los Apus para conectarlos con el océano”. Pues, en efecto, lo estuvieron: hace 10 millones de años el mar llegaba hasta las primeras estribaciones de los Andes.

El dato
​Estreno: En salas comerciales el 28 de septiembre
Campaña: Entrada económica para grupos de colegios y universidades, previa coordinación.
Contacto: ,

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