Retiros de danzaterapia y yoga fuera de Lima para sanar el cuerpo y el alma

“No me refiero a exorcizar demonios. Exorcizamos nuestras tristezas, nuestros pesares, nuestras ideas limitantes, las sacamos de adentro a través de la diversión y del movimiento del cuerpo. Bailamos para ser felices, bailamos para activar cada centro energético en nuestro cuerpo. Aquí no hay pasos correctos ni movimientos correctos: solo hay libertad de ser, de divertirnos, de sentirnos”, explica Debbie Attias, certificada en distintas disciplinas que constituyen la arteterapia.

La danza como terapia se empezó a trabajar en la década del 40 del siglo pasado en los Estados Unidos. Desde entonces, se han multiplicado las ramas de la danzaterapia. La ADTA (American Dance Therapy Association), la define como: un proceso que fomenta el bienestar emocional, cognitivo y físico de la persona, facilitando así el crecimiento emocional y la integración del cuerpo-mente y la relación movimiento-emoción. La danzaterapia, según el investigador Leonardo Sebiani, apuesta a la inseparabilidad del cuerpo y la mente, la esencia natural del juego, creatividad inherente a todo ser, y conecta así la emoción con la locomoción , a diferencia del quehacer diario, que enfrasca al ser en diferenciar la parte corporal de la mente, anulando el potencial expresivo. Se debe apostar a volver al juego.

Danzaterapia: Un retiro de dansorcismo

Debbie Attins apuesta por la danza y la libertad de movimiento como herramienta de sanación integral. “Acá no hay pasos perfectos, solo hay diversión”, dice. Ella considera que el mundo de sanación es muy serio y plantea que todo debe ser muy difícil de trabajar. “Yo tuve la idea de sanar con disfrute, con alegría. Practicar la alegría limpia la energía y hace más fuerte nuestro cerebro, de nuestra alma. Es como hacer ejercicio: tu músculo se pone más fuerte, el practicar la alegría fortalece el espíritu”, añade.

Sebastian Sommaruga también es facilitador de movimiento energético en nuestro país, y el responsable de la visita de Debbie Attins. Como parte de la organización del retiro, Sebastián cuenta que conoció a Debbie al llevar un taller virtual con ella al inicio de la pandemia. “Para mí significó encontrar otra forma de liberar las emociones y energía que se queda en nuestro cuerpo y no nos damos cuenta”, dice. Él define el dansorcismo de la siguiente manera: “Su filosofía se basa en que la diversión lo cura todo, y por consecuencia las sesiones son como un juego en el que uno se conecta con su niño interior, libera energía y se conecta con uno mismo, con los que te rodean e incluso los que ya no están. Sin darse cuenta es como ir a una fiesta en la que viajas en un avión mágico y a la vez sanas”, añade.

El retiro “Alegría y conexión” será en Azpitia del 4 al 6 de febrero. Para informes e inscripciones puede comunicarse al IG @azpitiahealingcenter o al celular 961787433

Con los pies en la tierra

Claudia Murillo y Lorena Salmón, facilitadoras espirituales y maestras de yoga, ofrecerán, entre el 10 y el 13 de febrero, un retiro en el valle sagrado de los incas, en Urubamba, Cusco. Serán cuatro días de yoga, meditación, danza ritual y reconexión con la naturaleza a través de técnicas ancestrales.

Bajo la premisa de “Todos necesitamos una pausa para observarnos, reconectar y redescubrirnos”, han pensado este viaje como una experiencia que permita a los participantes regalarse un tiempo de reconexión consigo mismos, para mirar en lo profundo, en un entorno natural, mágico y poderoso. Para participar, debe comunicarse a los correos lsalbist@gmail.com o murillobclaudia@gmail.com, o al WhatsApp 992080109 y 957799110.

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