El Federal Bureau of Investigation (FBI) de Estados Unidos ha emitido un comunicado donde alertó de la nueva modalidad que están usando los cibercriminales para robar información de las empresas. Estos utilizan la tecnología llamada “deepfake” para hacerse pasar por otras personas y trabajar de forma remota, pero con el fin de acceder a información sensible.
“El Centro de Denuncias de Delitos en Internet (IC3) del FBI advierte del aumento de las denuncias que informan del uso de deepfakes y del robo de información de identificación personal para solicitar una variedad de puestos de trabajo a distancia y de trabajo en casa”, aseguró el FBI en su reporte.
El Buró también indicó los puestos de trabajo que son objetivos de los ciberdelincuentes. “Los puestos de trabajo a distancia o de trabajo desde casa identificados en estos informes incluyen funciones de tecnología de la información y de programación informática, bases de datos y software. En particular, algunos de los puestos denunciados incluyen el acceso a información personal de los clientes, datos financieros, bases de datos informáticas corporativas y/o información de propiedad”, añadió.
“Las quejas informan sobre el uso de suplantación de identidad de voz, o posiblemente deepfakes de voz, durante las entrevistas en línea de los posibles solicitantes. En estas entrevistas, las acciones y el movimiento de los labios de la persona entrevistada frente a la cámara no se coordinan completamente con el audio de la persona que habla. A veces, acciones como toser, estornudar u otras acciones auditivas no están alineadas con lo que se presenta visualmente”, aseguró el FBI, para que los reclutadores puedan identificar a los cibercriminales.
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¿Qué es el deepfake?
De acuerdo con un reporte de The Guardian, “los deepfakes usan una forma de inteligencia artificial llamada ‘aprendizaje profundo’ para crear imágenes de eventos falsos, de ahí el nombre ‘deepfake’”. De esta forma, se puede editar, por ejemplo, un video con una persona cayéndose, pero el rostro que se muestra es el de algún famoso.
“Es difícil hacer un buen deepfake en una computadora estándar. La mayoría se crean en equipos de sobremesa de gama alta con potentes tarjetas gráficas o, mejor aún, con potencia informática en la nube. Esto reduce el tiempo de procesamiento de días y semanas, a horas. Pero también se necesita experiencia, sobre todo para retocar videos completos para reducir el parpadeo y otros defectos visuales. Dicho esto, ahora hay muchas herramientas disponibles para ayudar a las personas a hacer deepfakes”, añadió el diario británico.
Y no solo se puede colocar el rostro de alguien más, también se puede manipular el audio para que parezca su voz. “El audio también se puede falsificar para crear ‘máscaras de voz’ o ‘clones de voz’ de figuras públicas. En marzo pasado (2019), el jefe de una subsidiaria del Reino Unido de una empresa energética alemana pagó casi 200.000 libras esterlinas en una cuenta bancaria húngara después de que un estafador lo llamara e imitara la voz del director ejecutivo alemán”, indicó el medio.
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