El uso de antivirus en nuestros dispositivos se ha vuelto una necesidad gracias a la constante evolución del malware. Además, actualmente, existen tantas variantes que trabajan de diferentes maneras para tratar de robarnos información personal o dinero, que la protección digital debe ser una prioridad. ¿Necesitamos pagar por esta o es suficiente con las versiones gratuitas?
Con la creación del primer virus informático también llegó el primer antivirus. “En general, se acepta que el primero fue un virus llamado Creeper, que infectó a Arpanet en 1971″, señala The Guardian. Este fue creado por el ingeniero Bob Thomas, pero no era malicioso. Al infectar una computadora, simplemente mostraba un mensaje diciendo “Soy la enredadera [creeper]: atrápame si puedes”.
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Para “combatir” al Creeper, se creó “The Reaper”, el primer antivirus. Al igual que el virus, este también era un programa autorreplicante que propagaba de la misma manera y lo eliminaba de los dispositivos infectados. “Tan rápido como se había extendido, el Creeper fue capturado”, añade el medio.
Con el pasar de los años, los virus informáticos dejaron de ser inofensivos y, actualmente, solo sirven para generar réditos a los cibercriminales que los utilizan. Por ello, los antivirus llegan prácticamente con cada PC o celular que compramos. Ya sea parte del sistema operativo o alguna versión gratuita que se puede mejorar con un pago.
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¿Necesitamos usar un antivirus en nuestros dispositivos?
De acuerdo con Jhonatan Luján, líder de la auditoría de ciberseguridad del BCP y experto en temas seguridad de la información, actualmente sí necesitamos uno. “El acceso a internet nos apertura una larga lista de servicios disponibles al instante. No obstante, también nos pone en riesgo de ser infectados por virus y otros tipos de malware, y ser a la vez víctimas de atacantes informáticos o cibercriminales que buscan robar nuestras credenciales, obteniendo altos volúmenes de información sensible y confidencial que puede ser explotada para su beneficio. Es en este contexto que es relevante contar con la protección preventiva”, indica, en entrevista con El Comercio.
Esto también se debe a que no solo nuestra información y dispositivo es el objetivo de ciberataques. “En la actualidad ya no se habla solo de ataques de virus, cuyo objetivo es el infectar la mayor cantidad posible de computadoras. Ahora podemos observar ataques dirigidos con el enfoque de infectar la red de una compañía, o de una corporación. Para este fin desarrollan o inventan nuevas formas de espiar a las víctimas y robar datos”, agrega.
El malware, así como cualquier otro tipo de sistema o programa, se adapta al presente. “Es indudable que una protección básica y un buen uso de los servicios de internet conformarían las primeras acciones de protección. No obstante, si con ello fuera suficiente, el malware no dejaría de crecer en número y evolucionar en nuevas versiones”, señala Luján.
El uso de antivirus se convierte en una barrera que reduce nuestra exposición ante ciberataques. “Debemos pensar en una solución antivirus como una acción proactiva para proteger nuestras computadoras, mitigando el nivel de exposición en este panorama de amenazas (ningún antivirus es infalible), y que nos permita navegar de forma confiable en internet con la adición de adecuadas prácticas de higiene en el uso de este servicio”, añade.
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¿Necesitamos un antivirus pagado o es suficiente con los gratuitos?
“Las soluciones antivirus gratuitas ofrecen una protección básica frente a los virus y tipos de malware conocidos. Ofrecen una protección básica basada en firmas y patrones registrados en sus bases de conocimiento. Sin embargo, algunos de estos sistemas suelen mostrar mucha publicidad. En muchos casos descargan complementos y utilitarios para optimizar idealmente el ordenador; no obstante, puede no ser cierto en todos los casos”, indica el experto.
Uno de los grandes problemas de los antivirus gratuitos es la sobrecarga de publicidad. “Como resultado, consumen más recursos de la unidad central de procesamiento (CPU) y la memoria del dispositivo, generando problemas de rendimiento que se traducen en una lentitud de nuestros ordenadores. Es notable mencionar también que en la mayoría de los casos carecen del soporte técnico y su método de despliegue es una instalación por dispositivo”, afirma Luján.
Además, muchos equipos cuentan con el antivirus del mismo sistema operativo. “Algunos ordenadores con sistemas operativos como Windows, MacOS, o como en caso de los dispositivos móviles como Android, ya cuentan con un antivirus integrado, junto con otras funciones de seguridad que los hacen menos vulnerables a infecciones de malware. Estas soluciones están diseñadas para el sistema operativo y no afectan notablemente el rendimiento. Sin embargo, ninguna de estas aplicaciones es inmune a la evolución constante del malware y a los ataques dirigidos que son cada día más avanzados”, asevera.
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Por ello, al pagar por un antivirus, también accedemos las adaptaciones en contra de los nuevos tipos de malware. “El antivirus de paga con la licencia adquirida, siempre se mantiene actualizado y nos protege frente a varios tipos de amenazas. Por lo tanto, podemos decir que es un tipo de protección básica. Si eres un usuario que navega regularmente por internet y emplea programas seguros, sin duda es una opción necesaria”, agrega.
Al pagar por estos servicios, se obtiene una protección más avanzada, pues incluso puedes recibir soporte. “El pago de este tipo de soluciones le permite a los usuarios proteger todos sus dispositivos: PC, equipos Mac y dispositivos móviles. Ofrecen, asimismo, tecnologías o herramientas para manejar tu seguridad y protección del equipo ante amenazas en línea con un enfoque completo que protege la red antes, durante y después de un ataque (defensa en capas). También ponen a disposición un área de servicio y soporte. Se pueden encontrar en diferentes precios”, añade el experto.
Asimismo, los antivirus pagados pueden ayudarnos a combatir otros tipos de malware. “Entre algunas de las funcionalidades extra que ofrecen podemos encontrar protecciones de tipo firewall, filtros antispam, antiphishing, antispyware, escaneo de memoria, protección de transacciones, control parental, gestión de dispositivos, entre otros; que buscan otorgar una protección integral”, señala Luján.
¿Los antivirus pagados también nos protegen en caso de ataques dirigidos?
Este tipo de ciberataque se enfoca en empresas o entes gubernamentales. “Los cibercriminales se infiltran en la red de una organización empleando técnicas avanzadas de ingeniería social, explotan vulnerabilidades, ejecutan acciones de descubrimiento e inyección de código, instalan software malicioso y emplean de ataques de tipo persistentes, sobre la base de una investigación previa de sus objetivos”, asegura.
De acuerdo con Luján, “las soluciones antivirus de pago desarrollan capacidades adicionales en la prevención, detección y contención de malware y de ataque”. Estas son algunas funciones que pueden incluir, según el experto:
- Aprendizaje automático y avanzado, el cual, empleando tecnologías de tipo machine learning, analiza millones de tipos de archivos ubicados en repositorios globales colectados por el fabricante, resultado de su operación y experiencia.
- Aprovechar el aprendizaje para obtener una protección sobre vulnerabilidades y contener nuevas y desconocidas amenazas, a través de una supervisión constante del comportamiento del sistema en tiempo real.
- Empleo de heurística avanzada, referida a un conjunto de técnicas que se emplean estas soluciones para reconocer códigos maliciosos que no se encuentren en su base de datos.
- Detectar y bloquear los ataques dirigidos que emplean técnicas de amenazas avanzadas persistentes.
Estas funciones no se encuentran en las versiones gratuitas de los antivirus. “En contraste con sus capacidades de detección y acción contra virus conocidos y el control de spyware, los antivirus gratuitos no desarrollan en todos los casos capacidades adicionales que brinden una solución integral”, agrega.
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¿Qué hacer si no puedes pagar un antivirus o no quieres utilizar uno?
Es importante que tomemos consciencia y que le demos la importancia necesaria a este tipo de peligros. “Debemos ser conscientes de los actuales riesgos a los que nos enfrentamos en la interacción que tenemos con el ciberespacio. Es importante también considerar que aún teniendo un buen antivirus pagado es bastante probable que un malware acabe infectándonos y se mantenga oculto en algún servicio o herramienta o aplicación que hayamos aceptado instalar”, afirma Luján.
Por ello, según el experto en ciberseguridad, debemos seguir las siguientes recomendaciones si no podemos pagar un antivirus o si no queremos utilizar uno:
- Evitar el acceso a webs sospechosas al navegar por internet.
- Evitar las descargas de software libre o utilitarios cuyo contenido no es conocido o recomendado.
- No apertura de correos electrónicos provenientes de orígenes desconocidos. Esta acción es una de las principales fuentes del ingreso de malware.
- Emplear únicamente unidades de almacenamiento externo como discos duros o memorias USB de confianza. Estos dispositivos también son almacenadores de programas o ejecutables maliciosos.
- Emplear programas estandarizados y/o seguros descargados de sitios legítimos u oficiales.
- Mantener cuidado en el uso de las redes públicas.
- Mantener el sistema operativo y los navegadores de internet siempre actualizados.
- Finalmente debemos desarrollar una adecuada higiene en el uso del ciberespacio evitando siempre exponer o almacenar información personal como credenciales en los sitios web. Asimismo, evaluar el tener al menos una primera capa de protección, que incluye el uso de antivirus integrados al sistema operativo.