¿Cómo alimentar mejor a una creciente población en medio de cambios climáticos? Según los cálculos de los expertos, la producción mundial de comida tendrá que aumentar al menos en un 60% para 2050 para poder alimentar a la creciente población, que se estima alcanzará para entonces los nueve mil millones. Pero producir la comida suficiente será un desafío.

No se trata simplemente de duplicar lo que estamos haciendo, porque no hay suficiente territorio como para hacer eso, le dijo a la BBC el profesor de genética de cultivos Sean Mayes. Ni hay ni podrá haber una única solución. Tenemos que seguir tantos caminos como podamos, declaró.

Y aquí les presentamos cinco propuestas innovadoras que los científicos creen que podrían ayudar.

1. SUSTANCIAS QUE POTENCIAS LAS COSECHAS Los científicos predicen que a medida que aumentan las temperaturas, las sequías y las inundaciones seguirán afectando la producción mundial de alimentos. Esto, combinado con la limitación de la cantidad de tierras cultivables, hace que encontrar maneras de hacer la agricultura más eficaz sea cada vez más urgente.

Un equipo científico de la universidad estadounidense de California Riverside, acaba de presentar un compuesto químico que podría proteger las cosechas de los efectos de la sequía. La sustancia, llamada quinabactin, imita a una hormona que se presenta de manera natural en las plantas y que les ayuda a lidiar con adversidades como el calor.

Cuando la rocías sobre las plantas retrasa el marchitamiento, reduce la pérdida de agua y mejora la tolerancia al estrés, dijo el líder de la investigación, Sean Cutler. Su estudio fue publicado a principios de julio en la revista especializada Proceedings of the National Academy of Sciences.

Cutler cree que este químico se podría producir a bajo costo en grandes cantidades. Sin embargo, tiene un efecto secundario adverso: reduce el crecimiento de la planta. Según el investigador, ese es un precio que tal vez haya que pagar. La sequía es una de las grandes causas de pérdida de cultivos cada año así que la necesidad de innovaciones como ésta va a ir en aumento, comentó.

Rociar un químico es una estrategia, pero hay muchas otras que se están desarrollando en paralelo, dijo. En el futuro es probable que haya mejores cosechas en circunstancias adversas, a medida que converjan estas estrategias.

2. IMPRIMIR COMIDA Las compañías tecnológicas están desarrollando métodos cada vez más eficaces para imprimir objetos cotidianos. Ahora, imprimir comida se está convirtiendo en una realidad.

La NASA está experimentando con esta posibilidad, que podría alimentar a las tripulaciones durante las largas misiones en el espacio.

Otra compañía, Modern Meadow, anunció a principios de este año que puede imprimir carne artificial, y un equipo de la Universidad de Exeter, en Inglaterra, ya ha logrado imprimir chocolate.

Carlos Olguin, de la compañía Autodesk, que ayuda a diseñar programas para la impresión tridimensional, dice que las tecnologías van a converger pronto en un ecosistema de impresión en 3D que incluirá comida pero también la impresión de sustancias, órganos y tejidos.

Para resolver los grandes problemas todavía estamos lejos, reconoció.

Pero por otro lado, tenemos una línea de producción y montaje que está generando productos capa por capa, y eso ya lo hemos estado haciendo durante décadas, declaró.

3. FABRICAR SERES VIVOS NUEVOS La biología sintética se dedica a la fabricación de seres vivos nuevos, mediante el ensamblaje de genes artificiales. Esta rama de la ciencia todavía está en su etapa inicial pero ya ha hecho hallazgos pioneros que podrían tener aplicaciones a largo plazo.

La biología sintética considera la naturaleza esencialmente como una obra de ingeniería: los científicos pueden ensamblar en una computadora genes artificiales con los que construyen las partes de un ADN sintético. El gobierno británico anunció recientemente que invertiría unos US$92 millones en este campo de investigación.

Por ejemplo, la levadura sintética podría ser utilizada para crear biocombustibles y vacunas. Recientemente un equipo científico de la universidad estadounidense de John Hopkins creó una nueva variedad de levadura sintética que aporta vitamina C.

Por ejemplo, al ser agregada a la masa de pan, genera un alimento enriquecido con esa vitamina.

Según Carlos Olguin, de la compañía de tecnologías Autodesk, en el futuro la biología sintética y la impresión en 3D podrían combinarse para generar nuevas funciones biológicas, ya sea para generar energía o alimentos.

4. PRODUCIR ALIMENTOS TRANSGÉNICOS La comida transgénica resulta de modificar artificialmente en el laboratorio el mapa genético de los alimentos. Esencialmente lo que hacen los científicos es tomar un gen considerado útil de una especie e insertarlo en otra.

En Reino Unido la mayoría de los supermercados ha prohibido la comercialización de la comida genéticamente modificada, pero en Estados Unidos está permitida desde hace muchos años.

Lo que sí está ampliamente extendido en todo el mundo es la venta de carne de animales que se alimentan de cultivos genéticamente modificados.

Sólo en Brasil se estima que durante el 2013 los cultivos transgénicos superarán a los naturales. Y en Estados Unidos, por ejemplo, el 94% de la soja cosechada en 2011 estaba genéticamente modificada.

En lo que se refiere a animales genéticamente modificados para consumo humano la polémica es mayor.

Actualmente la Agencia de Alimentos y Medicinas de Estados Unidos, (FDA por sus siglas en inglés) está en la fase final de decisión sobre la aprobación para consumo humano de un salmón genéticamente modificado.

Los llamados AquAdvantage son salmones del Atlántico modificados para crecer más rápido y alcanzar tamaño de mercado en apenas 18 meses, casi la mitad del tiempo que sus pares no modificados.

De cumplir los requisitos, estos pescados podrían pasar a la historia como los primeros animales genéticamente modificados aprobados y comercializados para consumo humano.

Según Sean Mayes, profesor de genética de cultivos de la universidad de Nottingham, en Reino Unido, la mayoría de la gente está a favor de los cultivos genéticamente modificados, pero hay una minoría vociferante de gente que se opone por principio.

No podemos darnos el lujo de decir que no vamos a usar alimentos genéticamente modificados porque puede haber circunstancias en las que nos encontremos con un problema de agricultura que no podemos solucionar de manera convencional, por ejemplo ante la posibilidad de no encontrar una variedad genética de una planta que sea resistente a una enfermedad.

5. RESCATAR SEMILLAS DEL PASADO El ser humano depende enormemente para su alimentación de unas cuantas plantas: el 60% de nuestra dieta procede del trigo, el arroz y el maíz.

Ahora, un equipo científico en Malasia está estudiando algunos cereales olvidados desde hace varios siglos.

Estas plantas evidencian tener una notable tolerancia a la sequía y la capacidad de crecer en suelos muy pobres, le dijo a la BBC Sean Mayes, profesor de genética de cultivos de la universidad de Nottingham, en Reino Unido.

Tomar esos atributos y aplicarlos en variedades comerciales podría a ayudar a producir cosechas que pueden soportar mejor las condiciones del cambio climático.

Estamos tratando de probar y diversificar el origen de nuestros alimentos. Esencialmente, somos extremadamente dependientes de un número muy limitado de especies a nivel mundial, dijo Mayes.

Por ejemplo, la Vigna subterránea (conocida en inglés como Bambara groundnut), es muy tolerante a las sequías y era uno de los cultivos más extendidos en África antes de que las potencias coloniales introdujeran el maní.

Producir la cantidad suficiente de comida es nuestro punto de partida, dijo Mayes.

Pero ver bien qué producimos y buscar alternativas mejores, tiene el potencial de ayudar a la estabilidad de la producción de alimentos, concluyó.