ChatGPT fue lanzado a finales de 2022 por la compañía OpenAI y, desde entonces, ha sido un éxito, pues ha sorprendido por su gran capacidad de dialogar y de dar respuestas rápidas a interrogantes complejas. Tanta es su potencialidad que, Microsoft ya ha integrado esta IA en su motor de búsqueda Bing y todo parece apuntar que más actores tecnológicos apostarán por ella. Sin embargo, en algunas instituciones educativas se niegan a confiar en ella.
Por ejemplo, a comienzos de 2023, las escuelas públicas de Nueva York prohibió en toda su red el uso del chatbot ChatGPT. ¿Los motivos? Los profesores temen que los estudiantes lo usen para la realización de tareas y exámenes.
“No ayuda al pensamiento crítico ni (refuerza) capacidades de resolución de problemas, que son esenciales para éxitos académicos y vitales”, señaló a portavoz del Departamento de Educación, Jenna Lyle, en un comunicado público.
MIRA: Bing está entre lo más descargado de Apple luego de su apuesta por la IA
Semanas después, la universidad francesa Sciences Po no solo anunció que había prohibido al robot conversacional en sus aulas, sino que incluía sanciones para aquellos que infrinjan la regla.
“Incluso con la expulsión de la institución o de la enseñanza superior”, decía en un correo dirigido a docentes y alumnos.
Ahora bien, desde El Comercio conversamos con dos profesores peruanos para conocer su perspectiva sobre la polémica de ChatGPT en la educación.
¿ChatGPT es una amenaza para la comunidad educativa?
“Yo no lo considero de esa manera. Es una herramienta más. Nosotros los profesores de universidades y colegios, simplemente tenemos que cambiar nuestras estrategias”, afirma César Beltrán, encargado del laboratorio de Inteligencia Artificial en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
El especialista compara esta discusión con la misma que surgió cuando llegó Internet. Él recuerda que, antes era indispensable tener una enciclopedia en casa para cualquier consulta y que, con la llegada del Internet, se temía que desapareciera ya que los estudiantes “todo lo iban a tener en la mano”. No obstante, con el paso del tiempo se demostró que esta red serviría en sí como una “herramienta que abriría las puertas a otras posibilidades”.
"Es una herramienta más. Nosotros los profesores de universidades y colegios, simplemente tenemos que cambiar nuestras estrategias"
Lo mismo sucederá con ChatGPT, considera Beltrán.
Por su lado, Carlos Ulises Castro Castro, profesor y asesor de investigación científica de pregrado y post grado, comenta que “en sí mismo ChatGPT no es positivo ni negativo, todo dependerá del uso que haga el alumno con esa tecnología. Unos alumnos la usarán para copiar tareas, exámenes y también trabajos de investigación y otros, no lo harán. La elección la hace cada alumno”.
Castro opina que los cuestionamientos deben apuntar hacia la manera en que se hacen “los quehaceres y actividades académicas escolares y universitarias”.
"Me inclino por un cambio general y sistemático en el sistema educativo"
Él cree que “las prohibiciones y persecuciones policiales de la escuela y la universidad hacia los educandos no llevan a mucho y finalmente no resuelven nada o muy poco.
“Me inclino no sólo por el cambio de cómo se hacen los deberes en las instituciones educativas, sino por un cambio general y sistemático en el sistema educativo escolar y universitario”, declara Castro.
MIRA: ¿No puedes usar ChatGPT? Las cuatro mejores alternativas al chatbot de OpenAI
Una herramienta útil para los profesores
El especialista en inteligencia artificial precisa que el robot conversacional, en vez de representar una amenaza, apunta a ser más un aliado de los profesores.
“Hace poco le presenté (ChatGPT) a una colega que enseña lengua literatura y que desconocía totalmente del tema. Para ella fue algo sorprendente”, menciona.
La profesora, relata Beltrán, empezó a solicitarle a la IA un resumen de una obra literaria y se la dio. Luego le pidió un resumen para un niño de 10 años, también se la brindó. Incluso, le requirió preguntas de la obra que pueda hacérselas a sus alumnos y se las formuló.
“Esto me va a permitir hacer rápidamente mis planes curriculares”, le expresó la docente a Beltrán.
Ella le confesó que para hacer sus planes curriculares se tomaba todo un día o un fin de semana. Pero, ChatGPT lo hizo en minutos.
Nuevas maneras de enseñar con la IA
“Yo dicto clases en diplomado en inteligencia artificial. (…) Usé a ChatGPT como punto de inicio”, afirma Beltrán.
Lo que hizo fue pedirle a la IA que explique sobre el tema que trataba en esa sesión y su respuesta lo leyó junto a sus alumnos. Al finalizar, identificó que había ciertos aspectos que el robot conversacional no tocaba, entonces, fue justamente esos vacíos de información que él desarrolló en clase.
“Tenemos que cambiar nuestras estrategias didácticas”, reconoce.
Por su lado, el docente experto en trabajos de investigación, Castro, propone que una manera de convivir con esta tecnología es reenfocando la manera de evaluar que existe actualmente en la instituciones educativas.
MIRA: Bill Gates sobre el ChatGPT: “La inteligencia artificial cambiará el mercado laboral”
“El sistema de evaluación no debe sustentarse sobre la información que el alumno coloca en un Word, sino en la capacidad analítica, reflexiva, crítica y argumentativa que evidencie el alumno respecto al tema de investigación que ha realizado”.
A modo de reflexión César Beltrán dice que, “debemos estar alagados de estar viviendo una revolución de la inteligencia artificial”. Los cambios que se vienen en nuestra sociedad a raíz de la IA se asemejarán a los mismos que resultaron cuando se descubrió la energía eléctrica, señala.
Castro plantea que lo que debería hacer la educación ante estos cambios es no solo buscar adaptarse “sino también buscar utilizarla de la mejor forma posible”.