En una localidad de Inglaterra, usan computadoras para calentar piscinas. (Foto: Difusión)
En una localidad de Inglaterra, usan computadoras para calentar piscinas. (Foto: Difusión)
Agencia AFP

Abriendo una gran caja blanca, Mark Bjornsgaard muestra decenas de cuyo calor sirve para calentar el agua de la piscina municipal de Exmouth, en el suroeste de Inglaterra, reduciendo su gasto en energía y la huella de carbono.

Bjornsgaard es el presidente de Deep Green, compañía propietaria de un centro de datos que propuso implementar esta solución innovadora para enfriar sus numerosas computadoras, beneficiando al mismo tiempo al polideportivo de la pequeña localidad.

Es una relación simbiótica. Enfriamos nuestras computadoras de forma gratuita (...) la piscina nos hace un gran favor y nosotros se lo hacemos a ellos”, agrega.

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Los centros de datos normales simplemente desechan ese calor. Utilizan una enorme cantidad de agua para evaporarlo”, explica, precisando que el 99% de ese calor se expulsa después a la atmósfera.

Pero en el centro deportivo de Exmouth, una instalación innovadora evita ese desecho.

Dentro de una caja blanca del tamaño de un lavavajillas, las unidades informáticas están sumergidas en un aceite mineral que capta su calor. Luego, este aceite fluye hacia otro dispositivo donde se encuentra, sin mezclarse, con el agua fría de la piscina, de 25 metros de longitud.

Esto permite calentarla a 29º C en torno a un 65% del tiempo, reduciendo el uso de la caldera de gas.

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Deep Green, cuyo negocio consiste en alquilar potentes computadoras capaces de albergar sistemas de inteligencia artificial, paga su propia factura energética y trasfiere el calor al polideportivo de forma gratuita, pero ahorra en la refrigeración.

Según Bjornsgaard, aproximadamente la mitad del costo de operar un centro de datos se destina a enfriar las computadoras.

Nosotros no tenemos esos costos. Así que desde un punto de vista ambiental y sostenible, es algo muy positivo”, afirma.

“Ahorro considerable”

Para Peter Gilpin, responsable del centro deportivo, la implementación de esta tecnología fue “muy oportuna”, después de que la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 disparase los precios de la energía.

Las facturas de agua y energía representan aproximadamente un tercio de los costos totales de operar el polideportivo y la del gas para calentar la piscina se había triplicado a casi 80.000 libras (102.000 dólares) anuales antes de la instalación del centro de datos en marzo.

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Nos vimos golpeados bastante fuerte por el aumento del precio del gas durante este invierno pero, con suerte, el próximo invierno una gran parte de nuestros costos de calefacción vendrán de la tecnología de Deep Green”, afirma.

Aunque es demasiado pronto para juzgar los resultados a largo plazo, ya están viendo “reducciones en el consumo de gas” y un “ahorro considerable”, asegura.

Pero “no solo reducimos nuestro gasto en energía y nuestro consumo de gas, que era el principal beneficio buscado, sino que también reducimos nuestra huella de carbono”, subraya.

Gilpin afirma estar “orgulloso” de que su centro sea el primero en implementar la tecnología de Deep Green y ahora están considerando instalarla en otras dos piscinas que administran.

Pero pronto podría haber muchas más.

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Bjornsgaard asegura haber visto la “demanda dispararse”, con miles de posibles lugares en toda Europa que desean implementar este dispositivo, especialmente piscinas y sistemas de calefacción municipales.

Al mismo tiempo, cada vez más empresas están buscando utilizar las computadoras de Deep Green porque son “compatibles con el medio ambiente” y “mucho más económicas que su proveedor de servicios en la nube habitual”, afirma.

Pero también aportamos un beneficio social ¿verdad? Estamos calentando una piscina y ayudando a que las piscinas se mantengan abiertas”, concluye.

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