Redacción EC

¿Editas, juegas o trabajas online? Entonces tu es un activo bastante valioso. Es probable que hayas invertido parte de tus ahorros en adquirir el equipo más potente dentro de tus posibilidades. Es por eso que siempre deberías cuidar de él, lo que incluye darle una limpieza interna cada tanto.

Si corres el riesgo de no darle mantenimiento interno a tu PC, es probable que termines como un quien, después de un lustro sin limpiar su equipo gamer, se topó con una gruesa capa de polvo en el interior, como se observa en la imagen.

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¿Qué puede pasar si los circuitos se llenan de polvo? El exceso de polvo alimenta el sobrecalentamiento y este ralentiza el funcionamiento de los dispositivos.

Si se omite limpiar el sistema durante demasiado tiempo, lo más probable es que se estropeen los componentes y que su rendimiento se vea afectado. Es inevitable que el polvo cabe en el sistema, sobre todo en una PC gamer, tanto si se utiliza continuamente como si se juega una vez cada tanto.

La recomendación general es limpiar el equipo de cada tres a seis meses para que evitar reducir significativamente su vida útil.

¿Cómo limpiar tu PC? En la página de Kingston encontramos una guía interesante:

· Apaga la PC y desenchufa el cable de alimentación eléctrica. Se trata de una medida de protección.

· Es una buena idea colocar la PC en un lugar bien ventilado. De lo contrario, el polvo que retire volverá a posarse en ella.

· Las partes más sucias de la carcasa suelen ser la superior y la inferior, ya que es allí donde el polvo se posa. Limpa el exterior de la carcasa con un paño húmedo.

· El interior ya es un poco más difícil. Lo mejor para quitar el polvo es un bote de aire comprimido. Extrae los paneles laterales o delantero de la carcasa y, a continuación, aplica aire comprimido para quitar el polvo de los filtros de polvo. Quita con un paño cualquier acumulación de polvo de la parte inferior de la carcasa, o bien hazlo con todo cuidado con una aspiradora.

· Si sabe cómo extraer los componentes, sería una buena idea retirar todos los contenidos de la carcasa, eliminando el polvo con breves ráfagas de aire.

· Antes de volver a armar el sistema, recomendamos ordenar los cables para asegurarse de que la circulación del aire en el interior del sistema sea la adecuada. También se puede presurizar la carcasa para reducir el volumen de polvo que se habrá acumulado antes de la siguiente limpieza.

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