Elon Musk, fundador de múltiples empresas como Tesla y SpaceX.
Elon Musk, fundador de múltiples empresas como Tesla y SpaceX.
/ Andrew Harrer
Redacción EC

Conocidas son las hazañas de . Existe no obstante un vínculo menos conocido en la trayectoria del empresario: su asociación con Halcyon Molecular, un episodio empresarial que muestra su disposición para aventurarse en sectores tan diversos como la exploración espacial, robótica, vehículos autónomos, inteligencia artificial, redes sociales, construcción de subterráneos futuristas y, con en este caso en particular, en salud y genética. Sin embargo, incluso empresarios con tanta experiencia como él pueden cometer errores.

El caso de Halcyon Molecular es emblemático, ya que tanto Musk como Peter Thiel, destacado inversor de Facebook, se equivocaron al unirse a este proyecto.

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Hace más de una década, Halcyon Molecular prometía revolucionar la secuenciación del genoma humano al hacerla más asequible para todos. Su objetivo era ofrecer resultados completos en tan solo 10 minutos y a un costo inferior a los 100 dólares. Atraídos por esta propuesta, inversores como Musk invirtieron importantes sumas en la empresa.

El discurso la de empresa iba incluso más allá. Lo que ambicionaban los impulsores de Halcyon —como recogía en julio 2010 — era destacar en la medicina y, tal vez, en última instancia, plantearle un pulso al envejecimiento. “La única forma de alcanzar las estrellas es vivir más tiempo”, proclamaba William Andregg, uno de sus fundadores.

Con esa propuesta atractiva, la empresa con sede en Redwood City, California, captó rápidamente la atención, no solo de la prensa especializada, sino también de los inversores. Se les presentaba un nuevo campo prometedor y altamente lucrativo en el que invertir sus fondos. Fundada en 2008, la compañía logró atraer a lo largo de los años siguientes un flujo significativo de financiamiento, que según informes de Om Malik y BioSpace en 2012, superó los 20 millones de dólares.

Entre quienes decidieron asumir el riesgo y apostar por el startup hubo pesos pesados, como el fondo Founders Fund, de Thiel, o Elon Musk, quien según los datos recogidos por la BBC llegó a invertir en la firma unos 10 millones.

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Sin embargo, las aspiraciones de Halcyon Molecular no se materializaron. A los pocos años, la empresa cerró discretamente sus puertas, superada por competidoras como Oxford Nanopore en la carrera por reducir los costos de la secuenciación del ADN. Aunque su sitio web sigue activo, su nombre dejó de resonar en los medios y figura como una empresa cerrada en Crunchbase.

A pesar del tropiezo de Halcyon Molecular, la ambición de ganarle la batalla al tiempo sigue siendo un objetivo atractivo para los inversores. Aunque las promesas de la empresa se desvanecieron después de más de una década desde su lanzamiento, el interés en su gran objetivo aún persiste.

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