Era 2008 cuando Matt McCoy tuvo problemas con el disco duro de su MacBook Air, un equipo que marcó toda una época en Apple cuando los discos duros aún tenían componentes mecánicos.
Debido a una falla en el sistema de la memoria, McCoy tuvo que acudir a un Apple Store donde le indicaron que la pieza debía ser cambiada.
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Unos días después le fue devuelto el equipo con un disco duro cambiado, recuerda un informe de la página Applesfera. Pero otro problema comenzó. McCoy había perdido todo su trabajo y el disco duro viejo no se encontraba.
En la tienda no pudieron ayudarlo más y acudió a Apple Care donde le informaron que la pieza estaba camino del centro de reciclaje.
Todo parecía perdido hasta que escribió un correo electrónico al CEO de Apple, Steve Jobs. Casi por intuición escribió el email, sin esperanza de ser escuchado. Al día siguiente recibió una llamada.
“Hola Matt. Soy Steve Jobs. Solo quería decirle que he recibido su correo electrónico y que haremos todo lo posible para que recupere su antiguo disco duro reparado”, le dijo el fundador de la empresa tecnológica.
La conversación fue muy breve. Al día siguiente de la llamada telefónica, le informaron que el disco duro había sido recuperado. Así es que obtuvo todos los datos de su trabajo.
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