Apple volvió a acaparar los reflectores esta semana al llevar a cabo su conferencia anual para programadores de sus sistemas operativos. En esta ocasión no hubo flamantes gadgets ni espectaculares anuncios, sino una interesante mirada al futuro de la empresa y sus prioridades.
Si pudiéramos resumir la conferencia en una frase diríamos que "el secreto está en el software". La empresa mostró la nueva versión de iOS (8) para iPhone y iPad y su nuevo OS X (10.10) para Mac.
En el terreno móvil lo que más llama la atención es iMessages, su aplicación para envío de mensajes y SMS y Swift, un nuevo lenguaje de programación para su ecosistema.
Con iMessages Apple parece darse cuenta de que el mercado de las llamadas "chat apps" o aplicaciones de mensajería inastantánea está creciendo a un ritmo vertiginoso, mientras que el producto de mensajes de la empresa situada en Cupertino no ha sido actualizado desde 2007.
Whatsapp cuenta con 400 millones de usuarios activos, WeChat con 355 millones, Line con 288 millones, Viber 100 millones y Snapchat (aunque no revela cuántos usuarios tiene) sí informa que en su red se transmiten 1.200 millones de mensajes al día.
Por ello no es de extrañar que uno de los grandes anuncios de la empresa dirigida por Tim Cook sea nuevas características en iMessages. Ahora sus usuarios podrán enviarse videos (a la Whatsapp), estos se borrarán a menos que el usuario los guarde (a la Snapchat), podrán mandarse mensajes de voz (a la Whatsapp) e invitar y remover a varias personas de una conversación (a la Facebook Messenger).
Pero, a pesar de que su nuevo sistema de mensajes se acerca a los de su competencia, una cosa se mantiene igual: iMessages sólo funciona dentro de los productos de Apple por lo que no puede usarse para comunicarse con usuarios en Android, Windows o BlackBerry.
Otro par de anuncios es que las apps de Apple se hablarán entre ellas, es decir, se podrán compartir datos entre aplicaciones (como ocurre en Android); que el teclado predecirá la siguiente palabra que el usuario va a escribir (como ocurre en otros productos como Swype); y que la compañía permitirá, por primera vez, que los usuarios instalen teclados de otras empresas (como ocurre en otros sistemas operativos).
Ninguna de estas herramientas es nueva, por supuesto. La mayoría han sido puestas en marcha por la competencia y Apple se está dando cuenta de la importancia de replicar algunas de ellas en sus propios productos.
Pero no es un signo de desesperación, es una estrategia de mercado. Antes de apresurarse a dar a Apple por muerto, hay que mirar los números. Si bien es cierto que Android es el líder indiscutible en el mercado creciendo año con año, los números de Apple no han disminuido.
Depende de que analista se use es posible ver que aunque el mercado de Android se ubica entre un 65% y un 80%, el de Apple también se ha mantenido constante entre 15 y 20%. Eso significa que año con año Apple sigue capturando usuarios -así sea a un ritmo mucho menor que su rival-, e introduciéndolos a su ecosistema.
Y esa es la estrategia. Apple sabe que lo que lo hace diferente respecto a la competencia es el hecho de que su ecosistema es diferente, con una experiencia para el usuario controlada de principio a fin por la empresa. Ese 15% del mercado está dispuesto a pagar un precio más elevado por sus dispositivos para tener dicha experiencia.
Apple sabe que para mantener esos números tendrá que, de cuando en cuando, robar algunos usuarios a Android. Y ahí es donde introducir características que ya aparecen en el sistema operativo rival haría la transición hacia iOS más sencilla para quienes usen uno de los teléfonos de Google.
No será la primera ni la última vez que la empresa toma una idea ya existente en el mercado, para pulirla, refinarla y tratar de hacerla superior, de ahí la #innovación del tuit de Koum. Apple no inventó los teléfonos inteligentes, creó el iPhone. Tampoco diseñó las tabletas, lanzó el iPad.
Para completar el círculo, Apple quiere consentir a sus programadores. Gracias a que su ecosistema es cerrado -iOS es sólo para iPhones y iPads, OS X es sólo para Mac- los programadores pueden diseñar aplicaciones con la certeza de saber cómo actuarán en dichos dispositivos.
Ahora la compañía anunció la creación de Swift, un nuevo lenguaje de programación que busca hacer más sencilla la labor de quienes desarrollan apps para sus sistemas operativos y que generó reacciones positivas entre los asistentes a su conferencia.
El mensaje parece claro. Android puede seguir dominando el mundo, mientras Apple se concentra en mantener a su comunidad como una feliz, leal y dispuesta a seguir pagando más que en la competencia. Y ustedes ¿son usuarios de Apple, Android o Windows?