SAN FRANCISCO. En las últimas décadas la tecnología se ha integrado en muchos aspectos de la vida diaria. Esto ha permitido mejorar la calidad de vida la población mundial. Sin embargo, ¿qué ocurría si estos sistemas y aparatos dejaran de funcionar?
La serie de fallas informáticos que ocurrieron el miércoles pasado en United Airlines, la bolsa de Nueva York y The Wall Street Journal fueron un brusco recordatorio de la creciente dependencia de redes interconectadas en el día a día.
En su mayor parte, la tecnología funciona sin dar problemas. No obstante, las computadoras pueden proporcionar dolores de cabeza con más frecuencia ya que se unen a miles de millones de aparatos electrónicos y electrodomésticos. Este fenómeno se conoce como el Internet de las cosas.
Este efecto dominó tecnológico incrementará la complejidad de los sistemas y elevará el riesgo de crisis masivas, ya sea a través de un fallo involuntario o de un ataque malicioso.
"El problema es que los humanos no pueden seguir el ritmo de toda la tecnología que han creado", dijo Avivah Litan, analista en Gartner. "Se está convirtiendo en algo inmanejable para el cerebro humano. Nuestra esperanza es que las computadoras lleguen a ser lo suficientemente inteligentes como para mantenerse a sí mismos".
La tecnología controla ya sistemas críticos como las rutas aéreas, las redes eléctricas, los mercados financieros, las armas militares, los trenes, los semáforos y nuestras líneas de comunicaciones.
En unos años, se podrá abrir los cerrojos de las puertas con relojes inteligentes y disfrutar de autos sin conductores. Además, todos los servicios, así como los datos sensible de las personas, estarán unificados en una plataforma única.
Pero esta implacable marcha de la tecnología requiere mejores medidas de seguridad para evitar que piratas informáticos puedan atacar y provocar la caída de los sistemas informáticos, dijo Lillian Ablon, una investigadora tecnológica de Rand Corp.
"En lugar de limitarse a dejar que la fiebre de la tecnología nos adelante e intentar ponerse después al día en términos de privacidad y seguridad, deberíamos incorporar esas cosas en los sistemas desde el principio", dijo. "Necesitamos ser un poco más inteligentes en la forma en que codificamos las cosas".
"Todo el mundo tiene que asumir que la tecnología se cae a veces, pero debería ser lo suficientemente resistente como para recuperarse pronto de un fallo en el plazo de media hora, si no en unos minutos", agregó Litan.
Las averías del miércoles fueron inconvenientes menores comparados con lo que podría pasar si no se imponen mejores medidas de seguridad para mantener alejados a los intrusos empeñados en provocar destrozos, advierte Jeff Williams, jefe de tecnología de Contrast Security.
Fuente: AP