Con la finalidad de encontrar respuestas a la situación que viven millones de niñas y adolescentes en nuestro país, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y El Comercio llevaron a cabo la mesa digital “Más chicas TEC para reducir brechas de género entre adolescentes”.
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En esta actividad conocimos sobre la situación vividas por mujeres, especialmente las más jóvenes, con respecto a su acceso a la tecnología y a sus vocaciones por carreras relacionadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM).
La mesa estuvo conformada por Sabrina Delgado, estudiante de programación; Ivette Johnson, ingeniera química y directora de cuentas de Sales Force; Alejandra Ramírez, New Ventures Learning Experience Manager de Laboratoria; Laura Salamanca, representante adjunta de Unicef en el Perú; Luisa Martínez, oficial de Género y Desarrollo de Unicef; y Juan Aurelio Arévalo, director periodístico de El Comercio. La moderación estuvo a cargo de Andrea Cavero, vocera del proyecto +Chicas Tec.
Durante su participación, Luisa Martínez de Unicef compartió los resultados de un informe hecho por su institución sobre la brecha digital de género. Además de detallar sobre los distintos tipos de brechas de géneros existentes, el estudio se centró en las encontradas por adolescentes para acceder y hacer uso de Internet. En las zonas rurales, solo el 18% tiene acceso a Internet en comparación con el 26% de sus pares varones.
La importancia de la motivación
A su turno, Sabrina Delgado comentó que su motivación a estudiar fue el gusto por el diseño gráfico, pero que luego se fue decantando por la programación web, encontrando que sus aficiones tenían puntos de coincidencia en la tecnología. Sin embargo, comentó que si se encontró con muchas trabas por el hecho de ser mujer. “Incluso desde mi propia familia. Algunos comentaban cosas como que todo sería más fácil en el mundo de la programación si hubiera sido hombre”, relató. Sin embargo, el apoyo de sus padres fue fundamental para seguir sus sueños.
Luego, Ivette Johnson comentó cómo su madre fue una de las figuras fundamentales para alentarla a alcanzar sus objetivos, primero al comprarle una computadora cuando era niña, y, después, cuando la alentó a postular a programas de veranos en el MIT estando en aún en el colegio. “Postulé y me rechazaron. Pero mi mamá me impulsó a escribir una carta para reclamar la decisión y me aceptaron. Fui por dos veranos seguidos, entre tercero y cuarto de secundaria. Tuve clases básicas, conocí profesores, cómo era la cultura académica y de investigación del MIT y me dije: ‘este es el lugar para mí’”.
Durante su participación, Juan Aurelio Arévalo, director periodístico de El Comercio, indicó que desde el diario siempre “buscamos generar cambios”, sobre todo en temas como el acceso de las niñas y adolescentes a carreras STEM que, además, es un problema que se ha agudizado con la pandemia.
“Quedan muchos estereotipos por derribar. Pero eso es algo que se puede lograr si se trabaja en conjunto con las familias, profesores y padres. Pero, además, si se escuchan voces exitosas de mujeres en estos rubros”, destacó.
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