La importancia de pensar cómo cuidar nuestro planeta, promoviendo alternativas sostenibles de movilidad fue uno de los principales temas tratados durante la mesa digital “Movilidad sostenible: ¿hacia dónde nos digirimos?, organizado por El Comercio y presentado por Toyota del Perú.
Durante la actividad, conocimos que en Perú este tema empezó a tratarse de manera más formal desde el 2019, con la publicación de la Política Nacional de Transporte Urbano. “Esa norma le dio paso a la creación de la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) y, luego, a la creación del Programa Nacional de Transporte Urbano Sostenible (Promovilidad) , que tiene como objetivo impulsar la implementación de sistemas integrados de transporte en las ciudades con más de 100 habitantes. Con esa institucionalidad se da el primer paso”, comentó Carolina Lenkey, directora ejecutiva de Promovilidad.
LEE TAMBIÉN | Movilidad sostenible: cinco razones para implementar tecnologías alternativas en las empresas
Lenkey recordó además que la intención es contar con una serie de políticas que promuevan un transporte que sea más sostenible y amigable. “Se pone como centro ya no a los autos, sino al peatón, buscando que pueda usar los espacios públicos y ser más protagonista en la vida urbana”, agrega.
Por su parte, Pía Zevallos, CEO de Libélula, nos recordó que el sector privado está cada vez más comprometido con los temas de sostenibilidad. “Muchas empresas ya están avanzando en estas tres vías que propongo como los mejores caminos a tomar. Primero, que sean conscientes de sus impactos en el ambiente y especificamente en la emisión de gases de efecto invernadero [midiendo su huella de carbono e identificando qué partes de su operación tienen más emisiones]; segundo, ayudar al Estado al desarrollo de infraestructura sostenible; y el tercero, generar productos y servicios sostenibles. Es decir, darle a otras empresas las alternativas tecnológicas para reducir su huella de carbono como, por ejemplo, proporcionar vehículos híbridos”, explica Zevallos.
A su turno, David Caro, gerente de Marketing, AACC y ESG de Toyota Perú, comentó que desde el sector privado, las empresas automotrices trabajaron en el Plan Nacional de Electromovilidad, en la que se proponen alternativas para acelerar el proceso de movilidad sostenible y, en particular, de vehículos electrificados. “Aunque nuestras propuestas son agresivas en cuanto a incentivos -del tipo reducción del IGV o desarrollo de infraestructura de carga-, hemos calculado que en un período de 10 años podría ayudarnos a reducir un 45% de emisiones versus la situación actual”.
Caro detalló que no solo se trata de iniciativas como estas, sino que ya están trabajando en esta línea. “No solo somos Toyota, que tenemos la mayor cantidad de vehículos electrificados en el mercado, sino entre todas las marcas, tenemos más de 60 modelos de vehículos electrificados y en conjunto se están vendiendo ya más de 2.600 unidades por año. Pero queda aún mucho trabajo por hacer”, indica.
¿Solo autos eléctricos?
En otro momento de la charla, se tocó el tema de la utilización de una matriz energética más amigable con el medio ambiente. La pregunta que se caía de madura fue ¿qué tan rápido empezaremos a tener automóviles totalmente eléctricos en el país? El cambio de la matriz energética es un tema clave, pero que no se puede realizar de manera inmediata.
LEE TAMBIÉN | La movilidad sostenible puede generar ahorros de 70% frente al diésel
“Se trata de un proceso, en el que se usan diferentes tecnologías de transición. Nosotros tenemos el GNV, mientras nos preparamos para un vehículo cero emisiones como los eléctricos. Pero también los híbridos, porque si bien tienen un 60% menos de emisiones, aún siguen siendo vehículos a combustión y son tecnologías de transición. ¿Pero por qué es importante esa transición? Porque los eléctricos son una tecnología nueva y muy cara. Son las marcas premium las que han iniciado el cambio de matriz. En los siguientes años, sin dudas, se van a ir reduciendo los precios de los vehículos eléctricos en otros tipos de segmentos”, explica Caro.
Sin embargo, agrega que no es un problema solo de contar con los vehículos, sino también con la infraestructura adecuada. “Actualmente, en el país, hay unos 60 cargadores eléctricos y la mayoría de ellos son de carga lenta. Si quisiera irme a visitar a mi familia a la selva central, no podría hacerlo con un vehículo eléctrico y no sería eficiente. Otro tipo de tecnología me ayuda en esos casos. Pero, en los próximos años llegarán vehículos eléctricos a menores precios”.