¿Te ha pasado que conectas tu teléfono para cargar y notas que el proceso es lento? Este inconveniente, que puede resultar frustrante, es más común de lo que parece. Sin embargo, no todo está perdido: identificar los principales motivos detrás de una carga lenta y conocer las soluciones adecuadas puede ayudarte.
Cinco Días de El País ha identificado las cinco razones más comunes por las que tu móvil puede estar cargando lento, y ofrece las soluciones para que vuelva a cargarse con normalidad.
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- El cable USB puede estar dañado. Con el uso, los cables se desgastan y pierden eficiencia. Como solución cambia el cable por uno nuevo y de buena calidad, compatible con la carga rápida de tu móvil.
- El cargador puede no ser lo suficientemente potente. Si utilizas un cargador con menor potencia a la necesaria, la carga será más lenta. Para solucionarlo asegúrate de usar un cargador que cumpla con las especificaciones de tu dispositivo.
- El puerto de carga puede estar sucio. La acumulación de polvo y pelusas puede impedir una buena conexión. Por ello, limpia el puerto de carga con un bastoncillo de algodón o un cepillo suave y usa aire comprimido para eliminar las partículas más pequeñas.
- La fuente de alimentación puede no ser adecuada. Cargar el móvil a través de un puerto USB de un ordenador o en un enchufe defectuoso puede ralentizar la carga. Mejor intenta utilizar un enchufe de pared tradicional con un cargador adecuado y verifica que la toma de corriente esté en buen estado.
- La batería puede estar desgastada. Con el tiempo, las baterías pierden capacidad y afectan la velocidad de carga. Si tu móvil es antiguo y la batería se agota rápidamente, consulta con un servicio técnico para reemplazarla.
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