En las grandes ciudades como Lima parece que no hay espacio por donde transitar, ni para los ciclistas. Por ello, la startup suiza URB-X ha ideado una nueva solución que consiste en una ciclovía flotante y solar.
Esta propuesta busca ahorrar espacio, dar más seguridad y reducir los atascos por medio de unas carreteras flotantes exclusivas para las bicicletas, denominadas Bike Highways.
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El proyecto de URB-X puede llegar a tener un costo de 2 millones de euros, informó la página Somos eléctricos. Aunque se le debe sumar otros gastos, según la empresa el costo es menor a los 20 millones de euros que vale el kilómetro de carretera asfaltada.
Pero hay un detalle importante: las ciclovías flotantes incorporan también placas solares en su vallado e incluso podrían incluir elementos calefactables para evitar la acumulación de nieve o hielo.
El diseño consiste en carriles modulares de 20 metros de largo cada uno. Por lo que se supo, una de las primeras carreteras flotantes se construirá en Stuttgart (Alemania), y en Basilea (Suiza), con una longitud de unos 200 metros.
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