La aparición de varias imágenes de personas transformadas en Barbie o Ken, pareja de la muñeca que recientemente lanzó su película de la mano de Greta Gerwig, hizo a muchos preguntarse cómo funciona la Barbie Selfie, una inteligencia artificial que toma una foto frontal del usuario para adaptarla a la estética de los personajes.
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Para hacerlo no es necesario descargar una app o programa. La transformación digital puede hacerse desde la página web BaiRBIE.me, donde lo primero es elegir si se quiere que el software adapte la propia cara a una Barbie o un Ken. Además de la foto, que preferentemente debe ser en alta resolución y sin anteojos, desde la plataforma solicitan los datos de color de pelo, color de piel y la posibilidad de especificar la etnia de la persona. Una vez aceptados los términos y condiciones del servidor, se puede terminar el proceso dando clic al botón “hacer mi BaiRBIE”.
Para recibir la imagen, hay que agregar una dirección de mail. También se podrá compartir el resultado a través de las redes sociales, como WhatsApp, Instagram, Twitter o TikTok. Justamente, es en estos espacios virtuales donde las fotos pasadas por el efecto Barbie proliferan. Los retratos adaptados también se extienden a personas públicas y celebridades, que aparecen de esa forma en las plataformas digitales.
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Advertencias sobre protección de datos
Al requerir una imagen frontal de la persona para funcionar, algunos expertos en protección de datos advirtieron que los términos y condiciones de BaiRBIE.me pueden ocultar una cesión de los derechos de imagen para fines comerciales. La abogada especializada en derecho digital Alba del Campo, afirmó que enviar una foto al servidor es “regalar tu foto para que entrenen algoritmos”.
Además de recordar que se trata de un emprendimiento privado y no hecho por la compañía Mattel, que posee los derechos de imagen de la muñeca, Del Campo mostró en tono crítico los términos y condiciones de la plataforma. “El contenido generado puede servir para entrenar algoritmos”, sostiene al citar un artículo que dice: “Podemos usar el contenido creado por el usuario con los propósitos de operar, desarrollar y mejorar nuestros productos”, antes de aclarar específicamente: “Por ejemplo, para mejorar el desempeño de modelos de aprendizaje automático”.
En otro ítem, titulado “Sin Garantías”, aclaran: “El Servicio es provisto sin garantías de ningún tipo, ya sea expresa o implícita, incluyendo, pero sin limitarse a, garantías de mercantilización, compatibilidad con un propósito determinado, no infracción o cambio del desarrollo”.
La Nación / Argentina / GDA.
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