Un informe presentado por el Banco Mundial reveló que el mundo desperdicia una cifra sorprendente de entre un 25 y un 33 por ciento de los alimentos que produce para el consumo, pérdidas que pueden significar la diferencia entre una dieta adecuada y la desnutrición en muchos países.
En las regiones donde la desnutrición es común, como África y Asia del Sur, las pérdidas de comida se traducen como 400 a 500 calorías por persona al día. En el mundo desarrollado, las pérdidas pueden ser más de 750 a 1.500 calorías al día.
En Norteamérica, aproximadamente el 61% de las pérdidas se dan en la fase del consumo, por ejemplo, con la comida adquirida que se estropea en la nevera.
Las políticas de compra que ofrecen los grandes supermercados pueden proporcionar incentivos a la sobreproducción de comida, y las ofertas promocionales podrían alentar el exceso de compra por parte del consumidor, llevando al malgasto de comida en casa, afirma el informe.
El informe señaló que el desperdicio origina grandes deficiencias en el uso de recursos económicos, energéticos y naturales. Entre las potenciales soluciones para limitar el desperdicio, se encuentra el cambio en las técnicas de producción agrícola, la inversión en la fuerza humana, en la infraestructura de almacenamiento y en sobre todo en el cambio del comportamiento comercial y consumidor.