El argentino Nestor Pitana será árbitro en la final del Mundial Rusia 2018. (Foto: Reuters)
El argentino Nestor Pitana será árbitro en la final del Mundial Rusia 2018. (Foto: Reuters)
Bruno Ortiz Bisso

Si no fuera por su escasa cabellera, tranquilamente podría pasar como un jugador más. Néstor Pitana tiene 43 años y mide 1,92 m. Es profesor de educación física y formó parte de una selección provincial de básquet Sub 18. El argentino fue designado como el principal del partido de la final del Mundial Rusia 2018 entre Francia y Croacia.

Lo invitamos a repasar cómo ha evolucionado en cuanto a capacidades, estado físico y herramientas disponibles uno de los protagonistas más decisivos, y por lo tanto más discutidos, en un partido de fútbol: el árbitro.

(Imagen: El Comercio)
(Imagen: El Comercio)

--- El verdadero diferente ---

Es probable que el nombre del belga John Langenus no le sea conocido. Él arbitró la final del primer Mundial (Uruguay 1930) entre el dueño de casa y Argentina. Su indumentaria es hoy impensable: Camisa, chaqueta, corbata, pantalones bombachos hasta las rodillas, medias largas y botines. Pero eso no es todo. Además trabajaba como periodista deportivo, escribiendo crónicas para la revista alemana “Kicker” sobre los partidos que acababa de dirigir.

Durante mucho tiempo, las capacidades físicas de los árbitros no eran lo principal. “Lo importante era que tuvieran personalidad y un buen desempeño. La condición física era un tema secundario”, explica a El Comercio el doctor Alberto Tejada, presidente de la Comisión Nacional de Árbitros (Conar).

Hasta la década del noventa, el árbitro estaba visto como una persona mayor (cercano a los 50 años) y con un estado físico poco óptimo, que le permitía un desplazamiento limitado en el campo.

“Desde entonces se establece el requisito del test de Cooper [prueba de resistencia que consiste en recorrer la mayor distancia posible en 12 minutos]. Yo pertenezco a esa generación y era el cuco dar esa prueba. Pero cuando fui a EE.UU. en 1994, se agregaban otras pruebas con aparatos de alta tecnología,con precisión en segundos. Desde entonces se prepara a un atleta, para un trabajo en el que debe tener velocidad y resistencia”, detalla Tejada, que asistió a los mundiales de 1994 y 1998.

--- Trabajo personalizado ---

Hasta los ochenta el biotipo del árbitro era, en promedio, de 1,80 m de altura y 78 kg de peso. Hoy, un árbitro mide 1,90 m y pesa 74 kilos. Pero no solo es más atlético, sino que así como los futbolistas de alta competencia, tienen todo un equipo detrás de ellos.

“En el Perú tenemos una nutricionista que hace antropometría. No les da dieta, sino que los mide somáticamente para preparar un plan de alimentación. Tenemos un psicólogo, un preparador físico que usa tecnología, como relojes inteligentes, para que el trabajo sea personalizado y a distancia. Tenemos un director técnico, que explica los sistemas de juego. La preparación de los árbitros en el mundo va en esa línea, con esos nuevos niveles de exigencia”, indica el ex réferi nacional.

Árbitros con el biotipo de Sergio Chechelev o de Arturo Yamasaki están en el olvido. Los árbitros de hoy necesitan ser experimentados, pero también atletas.

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