Las mariposas monarcas utilizan una brújula magnética para guiarlas en su extraordinario viaje de miles de kilómetros entre Canadá y México, indica un nuevo estudio científico.
Las monarcas son conocidas por guiarse con el Sol, pero aún en días nublados son capaces de no perder su camino.
En un experimento de laboratorio, los científicosEn su viaje entre Canadá y México, estos insectos nunca se pierden. Ahora los científicos creen saber por qué alteraron el campo magnético y comprobaron que las mariposas cambiaban de dirección con cada alteración.
Esto sugiere que, como las tortugas y las aves, las monarcas tienen un compás geomagnético, según el estudio publicado en Nature Communications.
La conclusión no deja de preocupar a los científicos, que temen que las alteraciones magnéticas inducidas por el hombre puedan modificar el comportamiento de estas mariposas, como aparentemente ocurre en Europa con el ave migratoria robin.
EL MISTERIO
La Danaus plexippus es famosa por su épico viaje por toda Norteamérica.
Cada otoño, aunque nunca han volado más de unos cientos de metros, millones de ellas salen del Lago Erie hacia el sur en busca de los bosques más cálidos de las montañas de Michoacán.
Allí pasarán el invierno, cubriendo por completo los árboles en un espectáculo que atrae a miles de turistas.
Los antiguos mayas creían que las mariposas eran las almas de los muertos, y el insecto se ha vuelto un símbolo del comercio y la cooperación norteamericana.
"Es una maravillosa pieza de biología. Es como una obra de arte. Es inspirador y nos puede enseñar cuestiones importantes sobre los animales migratorios", dice el profesor Steven Reppert del Colegio Médico de la Universidad de Massachussetts.
Por años, su equipo ha tratado de resolver el misterio de cómo las mariposas mantienen su dirección hacia la línea del ecuador.
Previamente averiguaron que las monarca podían calcular su posición gracias a moléculas sensitivas a la luz solar en sus antenas.
Combinando sus antenas con su reloj biológico interno, ellas crean una brújula solar.
Pero incluso bajo un cerrado nubarrón, los insectos no pierden su rumbo, lo que indicaría un compás adicional, en este caso, magnético.
SIMULADOR
Para probar esto, los científicos atraparon a las mariposas en un simulador de vuelo, permitiéndoles volar en cualquier dirección.
Luego rodearon la cámara con un sistema magnético y variaron la inclinación del ángulo del campo, cambiando efectivamente la posición del ecuador y los polos.
Las monarcas reaccionaron inmediatamente, alterando su dirección de vuelo hacia lo que percibían como el sur.
La clave fue que el compás magnético solo funcionó cuando las mariposas estuvieron expuestas a una luz en un rango ultravioleta-A/azul. Este rango de luz no estaba presente en experimentos previos, lo que explicaría según los científicos la dificultad de encontrar evidencias de este compás adicional.
"De lo que sabemos, ésta es la primer demostración del uso de una brújula magnética por parte de un insecto que lleva a cabo largas migraciones", indicó el profesor Reppert.
"Puede servir como un mecanismo importante de orientación cuando las pistas que ofrece la luz del día no están disponibles", añadió.
CARTOGRAFÍAS
Los investigadores señalan que todavía queda por demostrar si las monarca poseen un "sentido cartográfico" que les permite reconocer determinadas ubicaciones geográficas.
Ahora están analizando el mecanismo del compás, que ellos atribuyen a moléculas en las antenas conocidas como criptocromos, que son sensibles tanto a la luz como a los campos magnéticos.
Una brújula similar puede estar presente en aves y tortugas marinas, pero las mariposas son mucho más fáciles de estudiar y pueden revelar pistas sobre este comportamiento.
Aprender cómo las monarca llevan a cabo su milagro migratorio puede ayudar también a su conservación.
"La gente está preocupada porque actualmente están amenazadas por el cambio climático, los herbicidas y la continuo pérdida del algodoncillo (su principal fuente de comida) y de sus habitats para invernar", explicó Reppert, quien agregó que el año pasado se observaron menos mariposas invernando.
Con el nuevo conocimiento también surge una nueva preocupación: la potencial perturbación del compás magnético de las mariposas debido al ruido electromagnético generado por el hombre.
Reppert indica que un estudio reciente de los hábitos del robin europeo halló que incluso los campos electromagnéticos más débiles de dispositivos eléctricos y radios AM pueden aparentemente interferir con los compases internos de estas aves.