Una buena red de contactos personales hace que el riesgo de morir sea menor cuando se tiene cierta edad, asegura un estudio realizado por la Universidad de Colonia (Alemania)
Los investigadores se interesaron por analizar qué características debe tener esa red interpersonal para protegernos realmente de la mortalidad.Para ello realizaron siete evaluaciones a 2911 personas de entre 54 a 85 años de edad, a lo largo de 20 años.
En el análisis se incluyeron aspectos sobre las emociones, el aislamiento social, apoyo emocional e instrumental, número de contactos, frecuencia de los contactos y cantidad de roles sociales que cada uno asume en su entorno.
También se les realizaron evaluaciones breves del funcionamiento cognitivo con pruebas de ‘screening’ y se midieron diferentes aspectos de la salud mental y física como el nivel de depresión, de ansiedad y la capacidad para realizar actividades de la vida diaria, entre otros.
Los resultados del análisis de los datos obtenidos, publicados recientemente en la revista PLOS One, mostraron que, independientemente de variables como el estado cognitivo, el mental o las condiciones de salud física, la clave para reducir el riesgo de mortalidad era poseer redes interpersonales amplias y también diversas.
Esto se traduce en tener muchos contactos o amistades y también en desempeñar diversos roles a nivel social (por ejemplo, esposo, abuelo, vecino, voluntario en una asociación,etc.).
Anteriormente,otros estudios también señalban la importancia del contacto social y del hecho de disponer de una buena red de amistades que me permita salir, charlar, reír y participar en diversas actividades. En este investigación, "se ha de investigar más para saber cuáles son los mecanismos a través de los cuales poseer este tipo de vínculos sociales favorece la longevidad", indican los investigadores.
Fuente: muyinteresante.es