Por su amplia experiencia, el Dr. Edgar Amorín es un referente en el campo del cáncer y la cirugía oncológica torácica.
Por su amplia experiencia, el Dr. Edgar Amorín es un referente en el campo del cáncer y la cirugía oncológica torácica.
Bruno Ortiz Bisso


Su trabajo y dedicación en el campo de la cirugía oncológica torácica ha convertido al doctor Edgar Amorín Kajatt en una eminencia. Entrenado entre el Perú y el extranjero, Amorín es hoy uno de los referentes en este campo de la medicina no solo para los especialistas locales, sino también para los de otros países. Con más de un cuarto de siglo de experiencia profesional y más de veinte como titular de la especialidad de cirugía de tórax y cardiovascular de la clínica Ricardo Palma, el doctor Amorín conversó con El Comercio no solo sobre su dilatada carrera, sino también sobre su visión del tratamiento del cáncer.


— ¿Cuándo se dio cuenta de que quería ser médico y cuándo decidió especializarse en oncología?
Desde niño quise ser médico. Mi mayor estímulo fue ver cómo los médicos que llegaban a mi casa curaban a mi familia. Yo quería ser como ellos. Allí empezó mi vocación médica. En el colegio ya lo tenía claro. En la Universidad de San Marcos me formé como médico. Y me incliné hacia la oncología cuando a mi hermano mayor lo operaron de una lesión tumoral de la tiroides en el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN). Vi a esos médicos impecables, de manejo médico impecable. Entonces decidí ser como ellos. 


— ¿Cómo ha evolucionado el tratamiento del cáncer en nuestro país?
La tecnología ha permitido que se investigue más a fondo el cáncer desde el punto de vista biológico. Ahora sabemos que el cáncer tiene un montón de causales de carácter genético molecular, que hacen que sea más agresivo o no en determinados pacientes. En el cáncer de pulmón se ha avanzado tremendamente. Ahora hay diagnósticos más tempranos. Hoy los pacientes sobreviven más que antes, porque hemos descubierto las mutaciones genéticas del tumor. En gente que antes solo se decidía si recibía quimioterapia o no, porque el tumor era avanzado, hoy se puede lograr que retrocedan desde estadios 5 del enfermedad a fases más tempranas, y se conviertan en pacientes quirúrgicos, lo cual eleva las tasas de sobrevida.


— ¿Hay más casos de o se está diagnosticando mejor?
En muchos casos se ha reconocido la naturaleza tóxica o viral de la enfermedad y se hace prevención utilizando vacunas, como en el caso del cáncer de cuello uterino. Eso, probablemente, seguirá avanzando con la investigación para controlar mejor el cáncer. Sin embargo, también es sabido que mucha gente que es proclive al cáncer no quiere hacerse chequeos por temor a ser diagnosticada, y esa cifra va en aumento. Ahora hay que recordar que quienes vivimos en la ciudad tenemos más probabilidades de sufrir cualquier tipo de cáncer que quienes viven en áreas rurales. Por ejemplo, los asháninkas no mueren de cáncer porque no están expuestos a agresores tóxicos, cuidan su alimentación, etc. Hoy hay un mayor control de la enfermedad y hay poblaciones donde se están diagnosticando más casos de cáncer que antes, pero yo creo que se trata de una relación proporcional. Es decir, mientras más gente hay en el mundo, más gente con cáncer habrá.


— ¿Cuál cree usted que será el futuro del cáncer? ¿Hacia dónde apuntan los tratamientos?
Antes el diagnóstico era tardío, probablemente porque no había los mecanismos adecuados para detectarlo temprano. Hoy pasa todo lo contrario: se puede detectar temprano cualquier tipo de cáncer y hay diferentes herramientas disponibles. Se sabe que la mayoría de tumores malignos están asociados a mutaciones genéticas y para estos se están desarrollando diversos tipos de tratamientos para que las células tumorales se conviertan en normales. Es lo que se conoce como inmunoterapia. En casos de cáncer avanzado, se puede revertir completamente y desaparecen con inmunoterapia o en combinación con el tratamiento biológico. Basado en eso, podría decir que en el futuro no voy a operar, sino que todo se manejará con pastillas y la cirugía se dejará de lado. De otro lado, la radiooncología está controlando casos en estadios tempranos en lugar de la cirugía, con equipos especiales. Sin embargo, los cirujanos siempre vamos a operar. Siempre tendremos un espacio entre los diagnosticados en estadios tempranos, porque en esos casos se puede curar con cirugía. Estamos entrando en la era de la inmunoterapia, en la era del tratamiento biológico molecular, que son el futuro del manejo del en todas las patologías. 


Perfil
Fecha de nacimiento: 28 de agosto
Profesión: Médico cirujano oncológico
Grados y capacitaciones: Entrenado en cirugía oncológica torácica en Nueva York, Houston y Miami (EE.UU.); máster en Ética Médica y Bioética Clínica por la UNMSM; doctor en Medicina con mención en melanoma maligno de tronco por la UNMSM.

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