Actitud preventiva. Los casos de cáncer testicular son relativamente bajos y gracias a los avances tecnológicos la supervivencia es muy alta, logrando una curación entre el 80 y 90%. Incluso en los tumores más avanzados se ha alcanzado una tasa de curación mayor al 50%.
Sin embargo, la prevención es muy baja. En países de Latinoamérica los casos llegan a etapas muy avanzadas, pues los hombres no acostumbran ir a consultas médicas preventivas por miedo o vergüenza, explica el Dr. Mauricio León Rivera, director médico del Centro Detector del Cáncer.
Según el galeno, este tipo de cáncer aparece con mayor frecuencia en varones jóvenes entre los 15 y 30 años, cuando se encuentran en plena edad reproductiva. Por tal motivo, un diagnóstico oportuno puede salvar la vida de quien lo padece y de su futura familia, ya que esta enfermedad no es sinónimo de muerte ni de infertilidad en su etapa inicial.
“Es sabido que grandes deportistas como el ciclista Lance Armstrong o el futbolista holandés Arjen Robben padecieron esta enfermedad. Cuando los jóvenes se enteran que le han detectado un cáncer de testículo a un personaje famoso, inmediatamente se hacen una autoexploración. Aun así, este cáncer sigue siendo poco conocido, debido a la edad en la que aparece y por su baja incidencia”, manifestó el Dr. León.
Otro de los factores que dificulta la prevención, es que este tipo de cáncer empieza a causar dolor cuando ha evolucionado a un punto crítico. Es necesario que cuando un hombre empieza a sentir dolor en sus testículos o cambian de tamaño, debe acudir inmediatamente a un especialista.