Un grupo de astrónomos ha observado por primera vez una agrupación única de 4 agujeros negros extremadamente brillantes (cuásares) ubicados muy próximos unos de otros. Es el primer cuarteto de cuásares descubierto y puede cambiar lo que hasta ahora se conocía sobre cuerpos estelares, según un informe publicado en la revista Science.
Los cuásares, agujeros negros supermasimos muy brillantes, son objetos celestes únicos en el universo y muy complejos de identificar. Su tiempo de vida es muy “breve” en comparación con otros fenómenos cósmicos y su periodo de máximo brillo dura entre 10 y 100 millones de años. Si se tiene en cuenta que la vida media de una galaxia es de 10.000 millones de años, la vida de un cuásar es apenas un instante.
Por eso, descubrir no solo uno, sino 4 cuásares a tan poca distancia unos de otros ha dejado perplejos al grupo de astrónomos liderados por Joseph Hennawi, del Max Planck Institute de alemania.
El centro de cada galaxia conocida está habitado por un agujero negro supermasivo. La materia que gira alrededor del agujero negro lo hace casi a la velocidad de la luz, emitiendo grandes cantidades de energía. Si esta energía es lo suficientemente grande, se transforma en un cuásar que brilla mucho más que la propia galaxia.
Allí la importancia de este hallazgo, pues si localizar un cuásar ya es complejo, localizar un cuarteto, y muy próximos, es algo que hasta ahora los astrónomos no creían posible.
Los investigadores calculan que la probabilidad de descubrir un cuarteto de cuásares es de una entre 10 millones. “Si descubres algo que, según el conocimiento científico actual, debería ser extremadamente improbable, solo hay dos conclusiones: o tuviste mucha suerte, o hay que cambiar la teoría científica actual”, explica Hennawi.
Los cuatro cuásares se encuentran ubicados a unos 700.000 años luz unos de otros, cuando la distancia típica entre ellos suele ser de 100 millones de años luz. Están rodeados, además, de una gran nebulosa de gas, lo que hace pensar a los científicos que se hayan podido crear por la colisión de una o más galaxias.
Se ubican en un cúmulo (agrupación de galaxias) muy denso, que es bastante inusual porque se calcula que contiene hasta 20 veces más galaxias que otros cúmulos similares estudiados hasta ahora. La luz de este cuarteto ha tardado en llegar a la Tierra, al Observatorio W. M. Keck, en Hawái, EE.UU., unos 10.000 millones de años. Es decir, se trata de una zona que existió durante las primeras etapas del universo.
Fuente: Gizmodo.es