Las 13 torres del observatorio de Chanquillo son mucho más antiguas que el imperio inca. (Foto: Janine Costa / AFP)
Las 13 torres del observatorio de Chanquillo son mucho más antiguas que el imperio inca. (Foto: Janine Costa / AFP)
/ JANINE COSTA
Yerson Collave García

El observatorio solar de Chankillo ha sido incluido en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. Con ello, el país cuenta ahora con 13 sitios arqueológicos bajo esta importante categoría.

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El complejo, construido hace unos 2.300 años, tiene 13 torres que marcan los solsticios y los equinoccios, y funciona como un gran reloj solar.

El Comercio conversó con Aldemar Crispín, arqueólogo de la Zona Arqueológica Caral, quien ha estudiado cómo los antiguos peruanos observaban el cielo y cómo esto habría influido en sus decisiones cotidianas.

MIRA: Chankillo, Patrimonio Mundial: ¿Por qué es importante este complejo arqueológico peruano?

- ¿Cuál era la finalidad que tenían estos observatorios en las diversas culturas del antiguo Perú?

La finalidad es la medición del tiempo, que es muy importante para poder establecer un rol de actividades, ya sea relación a la agricultura, la pesca… Permite un ordenamiento de la vida cotidiana de toda la población. En algunos casos, como el de Chankillo, se construyó infraestructura específica como observatorio para realizar esta medición del tiempo, a través de la observación del Sol. Y esto en algunas otras sociedades también se ha realizado, pero a partir de otros soportes o marcadores [métodos]. Entonces, en Chankillo, de acuerdo a Iván Ghezzi, el arqueólogo investigador de este sitio arqueológico, esta infraestructura específica ha permitido que este observatorio esté en funcionamiento prácticamente durante todo el año.

- En cuanto a Caral, ¿qué han podido hallar?

Nosotros en Caral hemos podido definir que los edificios piramidales -muchos de ellos- fueron construidos en relación con la orientación de los solsticios, tanto de junio como de diciembre, y también hay alineamiento con los lunasticios [fenómeno que ocurre cada 18,6 años]. Entonces, es importante destacar que la observación del cielo se ha realizado desde muy temprano aquí en el territorio peruano, y ha sido muy importante a lo largo del tiempo hasta los incas. En otras partes del mundo también se han hecho observaciones. Es algo bastante natural que las personas puedan preguntarse acerca de lo que está en su entorno, también de lo que está en el cielo. Generalmente, las personas que hacían estas observaciones del Sol, la Luna y las estrellas han podido programar sus actividades. Y también ha servido para poder, a partir de este conocimiento, manejar a la gente. En algunas sociedades las personas que observaban el cielo fueron consideradas como intermediarios entre los dioses y la gente que habitaba los diferentes territorios.

Vista panorámica de la ciudadela sagrada de Caral. (Foto: Zona Arqueológica Caral)
Vista panorámica de la ciudadela sagrada de Caral. (Foto: Zona Arqueológica Caral)

- Este es el caso de Chavín, ¿es así?

No solamente de Chavín. Es algo bastante generalizado. A partir de la observación personal de las diferentes estrellas, el Sol, la Luna, también se ha generado toda una filosofía de vida, es parte natural de la cosmovisión andina y amazónica. Se han generado diferentes historias también alrededor de los astros.

- Esto muestra que el conocimiento de la astronomía en estas culturas ha ido evolucionando. Esto se ve desde Caral hasta los incas, ¿cierto?

Así es. No solamente hay una forma de observar el cielo. Se puede observar el cielo como el caso de Chankillo con ese marcador tan expreso de las torres. En el caso de Caral, estas alineaciones se expresan a través de los edificios piramidales, de sus ejes principales. En otros lugares puede ser a partir de los caminos trazados en un determinado territorio, a través de bóvedas que tienen agujeros, ventanas orientadas a los astros...

- Entonces, la observación astronómica estuvo ligada a la arquitectura...

Así es. En la investigación realizada en Caral pudimos precisar estas orientaciones con los solsticios y lunasticios, pero también una parte de los edificios está orientación con el río Supe. Es decir, no solamente hay una orientación astronómica, sino también topográfica, pero el eje de los edificios principales ha servido para ordenar la traza urbana de Caral, y no solo es en un edificio, eso sustenta el hecho de que en Caral también se manejó este criterio de orientación astronómica, para la construcción de varios de esos edificios.

Vista aérea del observatorio solar Chanquillo, ubicado cerca de Casma, Peru.  (Foto: Janine Costa / AFP)
Vista aérea del observatorio solar Chanquillo, ubicado cerca de Casma, Peru. (Foto: Janine Costa / AFP)
/ JANINE COSTA

- Todo esto muestra la importancia de realizar investigaciones arqueológicas ligadas con la astronomía para comprender las antiguas civilizaciones.

Lo importante de todas estas investigaciones es la demostración de que nuestros antepasados hicieron ciencia. Algunos consideran que este conocimiento no es un conocimiento científico, pero la sistematización de estas observaciones del cielo, de las diferentes estrellas, la observación repetitiva del Sol, de la Luna, a lo largo de mucho tiempo ha permitido ir aprendiendo poco a poco. Estas observaciones, si bien no han sido escritas en un manual o en un tratado de astronomía como ha sido hecho en el Viejo Mundo, sí se ha expresado de otra forma: a través de la arquitectura o los caminos, que han quedado como testimonio de todo este conocimiento. La observación del cielo solamente es uno de los tantos conocimientos que se han generado en esta parte del mundo, hay conocimientos en medicina, agricultura, pesca, arquitectura, ingeniería. Entonces, debemos sentirnos muy orgullosos e identificarnos con nuestra cultura ancestral.

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