De joven era muy deportista. Practicaba natación y llegó a integrar una selección juvenil de waterpolo. Sin embargo, gracias a su padre, Nahuel Monteblanco se sintió atraído por la ciencia desde antes de los 10 años, y tuvo como uno de sus modelos al físico Modesto Montoya.
Aunque al terminar el colegio ingresó a Ingeniería de Sistemas en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), un reencuentro fortuito con las ciencias básicas lo animó a pedir su traslado a Física.
Hace ocho años está en Francia, dedicándose a la investigación de la electrónica en el almacenamiento de datos, a los nanomateriales, magnetismo, etc. Pese a la distancia, está pendiente de lo que sucede en cuanto a la ciencia en el país y, junto con otros colegas, organiza Sinapsis, un encuentro para visibilizar el trabajo de los científicos peruanos que están en Europa. El Comercio conversó con él sobre esta actividad, que ya va por su tercera edición, y sobre cómo ve el futuro de la ciencia, la tecnología y la innovación tecnológica en el Perú.
— ¿CÓMO LLEGA A FRANCIA?
Cuando estaba en la universidad, conocí a un grupo de franceses que habían trabajado en el país durante la época del terrorismo y que habían formado en Francia la asociación Puya Raimondi. Ellos donaban equipos y justo llegaron los que necesitaba cuando estaba haciendo mi tesis. Me decidí a buscas becas en ese país y postulé a todos los laboratorios que habían, y uno me aceptó para hacer una práctica de maestría. Durante ese período postulé a un doctorado, lo gané y me pude quedar.
— LLEVA MUCHO TIEMPO FUERA DEL PERÚ…
Así es, desde el 2010. Hice prácticas de seis meses del doctorado, me fui a Brasil y a los cuatro meses me contrataron en Francia, así que regresé. Llevó ocho años acá, pero siempre mirando al Perú. En la UNI entré en contacto con la realidad que vive el país. Por eso también fundé científicos.pe, para que de alguna forma pueda ayudar y transmitir información. Y al reunirme con otros chicos que tenían el mismo sentimiento es que nace Sinapsis, para entregarle al Perú información del valor en cuanto a ciencia.
— ¿CÓMO NACE LA PÁGINA WEB CIENTÍFICOS.PE?
Cuando llego a Francia. Con un amigo de la universidad, Gerald Salazar, nos dimos cuenta de que no había ningún nexo con otros ex alumnos, los que estaban en algún lugar del mundo haciendo ciencia. Creamos esa plataforma para crear un nexo entre los científicos y el Perú. Hoy nos estamos reinventando y somos un equipo más grande.
— ¿Y EL PROYECTO SINAPSIS?
Es el encuentro de científicos peruanos en Europa, fue una iniciativa de varios de los que tenemos tiempo por estos lados. Ya estamos en la tercera edición y queremos cambiar de sede cada vez. Hemos estado en Francia, Alemania y España, y la idea es, primero, reconocer a la comunidad científica en la ciudad sede. Contamos con el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores. Ya que no podemos becar y traer estudiantes desde Lima, con ese dinero traemos a estudiantes becados por Concytec o Innóvate Perú en Europa a la sede de Sinapsis. Estos estarán en contacto con estudiantes de posdoctorados, con otros peruanos que ya están trabajando en el continente, y así sabrán lo que estamos haciendo. Pero también pensamos en devolverle algo al Perú. ¿Cómo? A través de proyectos de colaboración con universidades peruanas, a través de listas actualizadas de científicos en Europa. Ya se han publicado algunos proyectos de científicos que hoy trabajan juntos porque se conocieron en Sinapsis. Además, hay charlas, mesas redondas y mucho más.
— ¿POR QUÉ SE DEBE SEGUIR INSISTIENDO EN LA REPATRIACIÓN DE CIENTÍFICOS?
Solo basta mirar en la región y ver las industrias tecnológicas que tienen Brasil, Argentina, Chile o Colombia para darse cuenta de que la masa crítica de científicos que tienen generó la industria que no existía. Todo parte de tener científicos e ingenieros bien formados que supieron innovar. Porque innovación no es cambiarle de color a un producto, hay que crear y para eso hay que estudiar, tener gente especializada y grupos interdisciplinarios importantes. Hay leyes y otras iniciativas que tranquilizan en algo, porque demuestran que se está buscando cómo hacerlo. Porque no es solo traer a los científicos de vuelta, sino cómo aprovechar ese conocimiento para el beneficio del país.