Cinco cosas que aprendimos en el 2014

Cada día se aprende algo nuevo... y cada año, ¡un montón de cosas! Y si hablamos del campo de la ciencia, lo que podemos aprender no tiene límites, sobre todo por la cantidad de estudios y descubrimientos que se publican casi a diario. Aquí hacemos un resumen de cinco cosas que seguramente no sabía el año pasado.

1 - No hay que lavar el pollo

La mayoría de nosotros lo hace por pura costumbre. Para eliminar la suciedad y los gérmenes y sacarle ese olor característico a pollo crudo.

Sin embargo, según lo advirtió la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (FSA), esto no hace sino aumentar el riesgo de intoxicación alimentaria.

Al parecer, lavarlo antes de cocinarlo incrementa el riesgo de propagación de la bacteria campylobacter en las manos, las superficies de trabajo, la ropa y utensilios de cocina mediante la salpicadura de gotas de agua.

La enteritis por campylobacter es una de las causas más comunes de intoxicación alimentaria.

Normalmente la infección se debe al consumo de aves crudas, vegetales frescos o leche sin pasteurizar.

Esta bacteria se contagia al comer o tomar alimentos infectados y puede causar diarrea, dolor abdominal, fiebre, náuseas y vómito.

2. ¿Cómo ven los gatos el mundo?

Si alguna vez se preguntó cómo estos animales ven el mundo desde su cómoda existencia, apoltronados en el sitio más calentito de la casa, la BBC preparó un reportaje para responder esta pregunta.

Con cámaras especiales, los investigadores del Colegio Real de Veterinarios de Reino Unido, que trabajaron a la par del equipo de la BBC, descubrieron que estos felinos ven los colores con menos intensidad, para concentrarse en el movimiento de sus presas sin que nada los distraiga.

Considerados los gimnastas del mundo animal, los gatos pueden escalar paredes verticales, saltar muros y, si fracasan en el intento, tienen la capacidad de aterrizar sobre sus patas.

Sus enormes orejas, que pueden rotar de manera independiente, les permiten descifrar información rápidamente y su oído interno, detectar criaturas pequeñas que se comunican mediante chillidos ultrasónicos.

En cuanto al olfato, nos llevan una ventaja abismal. Este sentido es 100 veces mejor que el nuestro, lo cual les permite distinguir miles de olores.

Después de todo lo que aprendió, ¿está pensando en tener un gato como mascota?

3. ¿Se puede tener tres padres biológicos?

Sí: un ejemplo de ello es Alana Saarinen, una joven que es una de las entre 30 y 50 personas en todo el mundo que tienen mitocondrias –y por lo tanto ADN– de una tercera persona.

Ella fue concebida mediante un tratamiento de fertilidad pionero en Estados Unidos que luego fue prohibido.

Se denomina reemplazo mitocondrial y, si el Parlamento británico vota a favor, Reino Unido podría convertirse en el único país del mundo que permite el nacimiento de bebés con ADN de tres personas.

Su madre, Sharon Saarinen, la concibió así después de intentar tener un bebé durante diez años a través de varios procedimientos de fertilización asistida.

El procedimiento fue llevado a cabo por el experto en embriología Jacques Cohen y su equipo del Instituto Saint Barnabus de Nueva Jersey, EE.UU., pioneros en la transferencia citoplasmática a finales de los años 90.

El científico transfirió un poco del citoplasma de una donante que contenía mitocondrias a un óvulo de Sharon. Luego, éste fue fertilizado con el esperma de su marido. Gracias a estas mitocondrias, el ADN de la donante estuvo presente en el embrión.

4. ¿Por qué los perros se huelen el trasero?

Todos los perros lo hacen: olfatear el trasero de otro can es lo más normal del mundo. ¿Y sabe por qué?

Como tienen un olfato entre 10.000 y 100.000 veces más sensible que el humano, al olerle el trasero a otro can recolectan un montón de información sobre el otro animal, desde lo que come hasta su género o su estado emocional.

Establecen algo así como un diálogo a través de la química.

Pero los canes no son los únicos que se comunican con olores. La naturaleza ofrece numerosos ejemplos.

También lo hace el murciélago de saco, un experto en el arte de la comunicación química que no solo segrega sino que mezcla aromas para atraer hembras.

Y los antílopes negros se comunican con el olor de sus lágrimas y excrementos.

5 - ¿En qué época estamos?

En teoría la época en que vivimos es el Holoceno, la última época geológica del período conocido como Cuaternario, que comenzó hace más de 11.000 años. Y no es solo una cuestión semántica.

Estos científicos dicen que la Tierra está cambiando tanto por la actividad humana que el nombre de la época en que vivimos debería reflejarlo.

El nombre que proponen es Antropoceno (del griego anthropos, por humano, y cene, que significa nuevo o reciente), un término lanzado al ruedo por primera vez por el holandés y premio Nobel de química Paul Crutzen en el año 2000. El debate no está zanjado.

La discusión que arrancó hace casi 15 años sigue todavía vigente y se planteará nuevamente en el marco del próximo congreso de geología en 2016.