Las operaciones de trasplante de órganos pueden salvar la vida de miles de personas, pero realizarlas implica muchos riesgos y cálculos. Reduciendo el número de operaciones y de beneficiados.
El riesgo principal es mantener el órgano en condiciones óptimas. Por tal motivo son colocados en cajas térmicas y rodeados de hielo para evitar su deterioro rumbo al hospital. Sin embargo, el tiempo que un órgano puede durar fuera del cuerpo en buenas condiciones es de 3 a 4 horas, pero hay una tecnología que está permitiendo cambiar esta situación.
El Sistema de Cuidado de Órganos (OCS) simula las condiciones del cuerpo humano para que los órganos sigan funcionando a pesar de estar fuera de la persona, es decir el corazón late, los pulmones respiran, los riñones producen orina y el hígado produce la bilis.
En los últimos 12 meses, los cirujanos del Hospital Harefield (Reino Unido) han llevado a cabo 25 operaciones de trasplante de corazón, donde el órgano había sido transportado y preparado utilizando el OCS.
Con esta tecnología los órganos pueden mantenerse en buenas condiciones durante 8 horas. Además, al tener más tiempo se puede realizar más pruebas para verificar que si este es realmente compatible con el cuerpo que lo recibirá. El dispositivo ya ha impedido que un paciente reciba un corazón que no iba a funcionar y que hubiese puesto su vida en peligro.
“Haciéndolo simple, significa que los pacientes de Harefield han tenido trasplantes de corazón que en otras circunstancias no hubiesen sido posibles. En primer lugar, hemos podido viajar grandes distancias para entregar órganos y hemos sido capaces de trasplantarlos a más pacientes”, señala Andre Simon, cirujano consultor y director de trasplante en el Royal Brompton y Harefield.