Se estima que el 80% de las personas infectadas por el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) no desarrolla síntomas o son muy leves. El 15% sí presenta señales más severas, mientras que el 5% tiende a complicarse, llegando al hospital o a UCI.
Dicho eso, es importante preguntarse: ¿qué hay de los pacientes asintomáticos? ¿Cuántos son? ¿Cuánto contribuyen a la diseminación del virus? ¿Cómo se los identifica? ¿Presentan daño en el cuerpo a pesar de no tener síntomas?
Aún no hay respuestas a esas y más preguntas, pero dando una idea de su importancia, un reciente editorial en la “Revista Médica de Nueva Inglaterra” del 24 de abril del 2020 denomina a los asintomáticos el “talón de Aquiles” en el control del COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
Se llama ‘paciente asintomático’ a aquel que, a pesar de ser víctima de una infección, no desarrolla síntomas durante el transcurso de su enfermedad. Esta persona debe ser distinguida del presintomático, el cual no tiene síntomas durante los primeros días de la enfermedad, pero que eventualmente los va a desarrollar.
Hay muchos ejemplos de enfermedades virales asintomáticas: el herpes genital, la gripe, la infección por el virus del papiloma humano y la infección por el VIH.
Por otro lado, se sabe que las personas infectadas por un virus y que son asintomáticas pueden contagiar. En ese sentido, las infecciones antes mencionadas son ejemplos en los cuales una persona asintomática es contagiosa. Por lo tanto, las cosas no parecen ser diferentes con este nuevo coronavirus. Está documentado que existen infectados con el SARS-CoV-2 sin síntomas, y que estos pueden transmitir el virus.
Lo que está en discusión es la contribución de los asintomáticos en el contagio de la población general. Eso es muy importante porque las políticas de salud pública en términos de cuarentena, distanciamiento social y uso de mascarillas dependen mucho de asumir que una persona asintomática puede contagiar, y eso adquiere más relevancia si se considera que entre el 25% y 45% de todos los pacientes con SARS-CoV-2 no tiene síntomas, según últimas estimaciones.
Podemos entonces concluir que si los asintomáticos representan una gran proporción de los infectados, y que estos son capaces de contagiar, es simplemente lógico pensar que la contribución del mencionado grupo al contagio general es importante.
Al no mostrar ningún tipo de indicador, es muy difícil descubrir al asintomático. El modo en que se los identifica es a través del estudio de los contactos de un enfermo: se evalúa a aquellos que estuvieron cerca de un caso positivo durante los últimos días.
Otro modo de descubrirlos es hacer pruebas serológicas en la comunidad, pues en ellas se puede advertir con sorpresa que muchos positivos no tuvieron nunca un síntoma de la enfermedad.
Lamentablemente, debido a que tenemos menos de seis meses de pandemia y no es fácil detectarlos, no se ha publicado todavía ningún estudio que incluya a miles de pacientes asintomáticos cuidadosamente seguidos para responder a las preguntas planteadas anteriormente. Sin embargo, dos recientes estudios científicos y un reporte periodístico nos dan luces sobre este grupo.
El primero es un artículo de los “Anales de medicina interna” del 3 de junio, en el que se describen las características de pacientes asintomáticos de 16 brotes de COVID-19, como el ocurrido en el crucero Princess Diamond, los barcos Roosevelt y De Gaulle, los presos en cárceles de EE.UU. y en ciudadanos griegos y japoneses evacuados. Se concluye que los asintomáticos existen y pueden contagiar, y representan de 40% a 45% de todas las infecciones.
La descripción de que algunos pasajeros sin señales del virus del crucero Princess Diamond presentaron daño pulmonar y el hecho de que el 96% de los presos de cuatro cárceles en EE.UU. son asintomáticos deben ser tomados con mucho cuidado hasta que no se corroboren esos hallazgos.
El segundo informe, publicado en “Nature” el 18 de junio, analizó a 37 personas asintomáticas que fueron hospitalizadas. Se encontró que estas pueden eliminar el virus por 19 días (comparadas con 14 días para pacientes con síntomas leves) y que algunos pueden tener evidencia de daño pulmonar en tomografías pulmonares.
El reporte periodístico del “The New York Times” revela que luchas internas en el sistema de salud alemán impidieron que los primeros reportes de la existencia de contagio por parte de asintomáticos sean tomados en cuenta por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para alertar al mundo de su existencia.
–Corolario–
No hay duda de que los asintomáticos existen y contagian, por lo que hasta que sean bien estudiados y tengamos medicamentos y vacunas efectivas y accesibles a toda la población, usar mascarillas en público, evitar las aglomeraciones, mantener una distancia física de dos metros con otras personas, y lavarse las manos continuamente, son la única manera de defendernos del contagio.