El 30 de diciembre pasado, la doctora Pilar Mazzetti, ministra de Salud, afirmó que la pandemia en el Perú esta en rebrote. Según dijo, se han elevado el número de hospitalizaciones y admisiones a las UCI, y se ha incrementado en cuatro o cinco el número de fallecidos por día. Si bien no es un incremento tremendo, dijo la ministra, se está viendo poco a poco una tendencia a que las cifras vayan subiendo.
El Perú inicia el año, entonces, con la amenaza de que la epidemia recrudezca durante el verano. Y mientras se esperan las ansiadas vacunas, es imperativo que durante este 2021 aprendamos a vivir sabiendo cómo manejar el riesgo de contagio del virus. Este artículo le dará una idea de cómo hacerlo en la vida diaria.
—Concepto fundamental—
El SARS-CoV-2 es un virus que se contagia de persona a persona por la vía respiratoria y es eficientemente transmitido a través de aerosoles, o gotitas microscópicas de secreciones que se producen al hablar, gritar o cantar. Esos aerosoles son tan pequeños que se ha comprobado que pueden quedar flotando por algún tiempo en el aire de una habitación cerrada y sin ventilación.
“El riesgo de contagio no es un concepto binario de 50% de contagio versus 50% de no contagio”.
—Elementos del contagio—
En primer lugar, es importante saber que el riesgo de contagio no es un concepto binario de 50% de contagio versus 50% de no contagio, sino más bien, es un riesgo que se mide como una probabilidad. Así, se habla de situaciones de muy bajo, bajo, mediano, alto y muy alto riesgo de contagio.
Sabiendo que la manera más eficiente de contagio del virus es por la vía respiratoria, la probabilidad de contagio está determinada por la interacción de cuatro elementos: el espacio o lugar en que me encuentro (cerrado o al aire libre), la cercanía con las personas que están en ese ambiente, la protección por el uso de mascarillas y el tiempo que se pasa con esas personas. Subiendo y bajando la intensidad de esos cuatro elementos, podremos determinar nuestra probabilidad de contagio.
El espacio se refiere al lugar en que uno se encuentra. No es lo mismo, en términos de probabilidad de contagio, estar al aire libre o en una habitación con ventanas abiertas o cerradas. Tampoco es lo mismo que ese ambiente cerrado sea pequeño como la sala o el comedor de una casa o un amplio supermercado o tienda comercial.
La cercanía se refiere a la distancia entre las personas en un espacio. No es lo mismo estar en la sala o comedor de la casa con cuatro o cinco personas espaciadas, que tener en ese mismo ambiente a 15 o veinte personas aglomeradas. En ambas situaciones, abrir las ventanas podrá ayudar, pero en el segundo caso, es poco probable que disminuya la probabilidad de contagio.
“El riesgo de contagio puede manejarse subiendo y bajando la intensidad de cuatro elementos”.
En cuanto al tiempo, según el CDC de Estados Unidos, si alguien pasa más de 15 minutos con una persona infectada, la probabilidad de contagio es mucho mayor.
La protección se refiere al hecho de que las personas se cubran completamente la boca y la nariz con una mascarilla.
—Algunos escenarios—
Las combinaciones de los cuatro elementos mencionados son muchas, y por tanto son también muchas las probabilidades de contagio. Veamos algunos ejemplos.
- Un riesgo cero de contagio es el de una persona completamente sola y aislada en su casa.
- Caminar al aire libre con la familia o ir a un picnic al aire libre son actividades de muy bajo riesgo.
- El supermercado. Por ser espacio amplio y ventilado y con personas usando mascarillas, es de bajo riesgo. La probabilidad aumenta con aglomeraciones y el tiempo que uno pasa dentro del local.
- La playa. Si va con gente que vive en la misma casa y otros bañistas están a una distancia que no permite escuchar sus conversaciones, es de bajo riesgo.
- Consultorios médicos y dentales son de riesgo moderado.
- El taxi. Si el chofer usa mascarilla y las ventanas están entreabiertas, es de bajo riesgo. Las superficies pueden ser problema, debemos lavarnos las manos o usar alcohol en gel.
- El ómnibus. Con muchos pasajeros, ventanas cerradas y viajes largos, es de alto riesgo.
- El gimnasio. Con usuarios juntos en espacio cerrado y jadeando sin mascarillas es de alto riesgo.
- Jugar fútbol. Es de alto riesgo por el contacto prolongado, el jadeo y no usar mascarillas.
- La reunión familiar. En sala o comedor pequeños, sin ventilación, con mucha gente y sin mascarillas, la probabilidad de contagio es muy alta. El riesgo aumenta si el ambiente es ruidoso y la gente tiene que levantar la voz o gritar para comunicarse.
- Misas y cines. Espacios cerrados, con gente muy junta y por largo tiempo, son de alto riesgo.
- Bares y restaurantes. Espacios cerrados, sin ventilación y con mucha gente junta, hablando en voz alta o gritando, son sin duda lugares de muy alta probabilidad de contagio. Al aire libre, si las mesas están distanciadas, pueden ser de bajo riesgo.
- La parrillada. Para que sea segura, debe ser estrictamente al aire libre, con pocos invitados espaciados, y que usen mascarillas si no están comiendo o bebiendo.
- Conciertos musicales y estadios. Son de alto riesgo por tener gente muy junta y en el mismo espacio durante largo tiempo, gritando o cantando.
- Marchas. Por ser al aire libre y con gente movilizándose, son de bajo a mediano riesgo, siempre y cuando se usen mascarillas.
—Corolario—
El riesgo de contagio puede manejarse subiendo y bajando la intensidad de los cuatro elementos descritos. Al salir de casa durante este nuevo año, pregúntese siempre, a dónde voy, con quién voy a estar, cuánto tiempo me voy a quedar y si todos usan mascarillas.
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