La pérdida de cabello puede deberse a varios factores. (Foto: Pixabay)
La pérdida de cabello puede deberse a varios factores. (Foto: Pixabay)
Agencia Europa Press

En los últimos meses, han aparecido en ciertos grupos de Telegram imágenes de personas que aseguran que han empezado a tener pequeñas calvas en el cuero cabelludo tras haber recibido la vacuna del .

MIRA: COVID-19 | ¿Cómo recuperan el olfato los pacientes que lo perdieron por el coronavirus?

En concreto, se asegura que “había recibido la primera inyección de Moderna el 8 de abril de 2021, y que entonces su cabello comenzó a caerse”. ¿Qué puede haber sido? ¿Ha tenido algo que ver la vacuna?

¿Qué dice la evidencia?

Aunque algunos investigadores han constatado casos de alopecia areata (o calvas), no existe evidencia científica de que la vacuna de coronavirus provoque la caída del pelo. Además, no figura como efecto secundario de la vacuna.

MIRA: COVID-19 | ¿Qué tan efectiva es la tercera dosis de Pfizer contra la variante Delta?

Sí hay más consenso científico internacional en afirmar que se producen casos de pérdida de cabello a los pocos meses de contagiarse de COVID-19. En cualquier caso, suelen ser casos de efluvio telógeno y, por tanto, es un fenómeno temporal.

¿Qué se sabe sobre los casos de caída del pelo tras la vacuna y el contagio por COVID-19?

MIRA: La utopía del COVID-19 cero, por Elmer Huerta

Entre los efectos secundarios de la vacuna de Moderna, no figura la pérdida de cabello. Tampoco parece que haya evidencia científica de que esté ocurriendo: “Aunque la caída del cabello es un efecto adverso reconocido en diferentes medicamentos, no se cree que esté asociado con la vacunación rutinaria o habitual”, señala a Verificat Shoshana Marmon, dermatóloga, profesora asistente y directora de investigación clínica del departamento de Dermatología del New York Medical College (EE UU). “Realmente no hemos tenido ningún paciente con pérdida de cabello de nueva aparición asociada a la vacunación”, añade.

Ante la ausencia de publicaciones científicas sobre pérdida de pelo en pacientes vacunados, cinco investigadores de Egipto mandaron una carta a la revista Journal of Cosmetic Dermatology exponiendo el caso de un paciente al que le detectan alopecia areata, una forma de alopecia no cicatricial de origen autoinmune, tras haber recibido la vacuna de AstraZeneca.

En sus conclusiones los investigadores insisten en que, aunque dicha inyección es segura y eficaz contra la COVID-19 sintomática, “nuestro informe sugiere su posible papel en la activación de alopecia areata (lo que coloquialmente se conoce como ‘calvas’) en pacientes genéticamente predispuestos a través de mecanismos inmunomediados”.

Sobre lo que sí parece haber más consenso científico internacional es en el hecho de que pueden darse casos de pérdida de cabello a los pocos meses de haber superado una infección del SARS-CoV-2: “Si bien no está específicamente relacionado con la vacuna COVID-19, hay investigaciones de que la pandemia ha causado pérdida de cabello, particularmente en comunidades minoritarias”, apuntan a Verificat desde la Academia Americana de Dermatología, quien remite a una investigación en el Journal of the American Academy of Dermatology, y en la que un grupo de dermatólogos en Nueva York detectaron aumento del 400% en los casos de caída del cabello en las comunidades minoritarias afectadas por el SARS-CoV-2.

Coincide con ellos Marmon, quien insiste en haber tenido “numerosos casos de pérdida de cabello como resultado de la infección con COVID-19 y seguimos viendo a estos pacientes con regularidad en la clínica”.

El tipo de pérdida de cabello que los expertos han detectado más frecuente es efluvio telógeno, una alteración del ciclo de crecimiento del pelo que ocurre cuando entran más pelos de lo normal en la fase de desprendimiento (telógeno) del ciclo de vida del crecimiento del cabello. “La fiebre, las enfermedades y el estrés severo son algunos de los desencadenantes que pueden obligar al cabello a caer en la fase de caída”, enumera Sharnon, aunque manda un mensaje tranquilizador: “A pesar de ser definitivamente algo perturbador, la caída del cabello causada por TE es temporal y se resuelve por sí sola”.

El efecto es bastante habitual en general, y no solo ocurre con positivos por COVID-19: “La mayoría de las personas ven una caída notable del cabello dos o tres meses después de tener fiebre o enfermedad”, señalan desde la AAD. “Esta caída del cabello puede durar de seis a nueve meses antes de que se detenga”, concluyen.

VIDEO RELACIONADO

¿Qué tanto debemos preocuparnos por los efectos secundarios de las vacunas contra el COVID-19? - LPD
El de los efectos secundarios de las vacunas contra el COVID-19 no es un tema nuevo, pero en las últimas semanas ha regresado a la discusión pública el tema de los efectos secundarios que se asocian a las diferentes vacunas contra el COVID-19 que se usan en el Perú. ¿Hay razones para preocuparnos en la etapa de vacunación para los adolescentes locales?

TE PUEDE INTERESAR:

Síguenos en Twitter:

Contenido sugerido

Contenido GEC