(Foto: Shutterstock)
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Redacción EC

La mayoría de personas no tiene conocimiento que existe un nuevo lunar en alguna parte de su cuerpo. Estos pueden presentar diferentes formas, tamaños, colores y dimensiones, y por lo general no se le presta mucha atención, pues consideramos que no existe ningún tipo riesgo. Sin embargo, es importante conocer que debemos chequear esos lunares constantemente para detectar a tiempo alguna variación y así evitar el cáncer de piel.

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Ante esto, el Dr. Carlos Salazar Banda, Cirujano Oncólogo de Cabeza y Cuello de la Liga Contra el Cáncer, señala que el cáncer de piel es la enfermedad más frecuente en el mundo y que es una de las causas de muerte más frecuente entre los jóvenes.

Como se conoce, al año se presentan cerca de 1.000 nuevos casos de melanoma en el país, el tipo de cáncer de piel más agresivo y mortal.

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Liga Contra el Cáncer
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“Debemos realizarnos autoexploraciones varias veces al año pidiendo ayuda a la familia o amigos para revisar aquellas zonas donde no llegan nuestros ojos, como la espalda y conocer cómo son nuestros lunares sin obsesionarnos. La mayor parte de nuestros lunares son benignos y lo serán así toda nuestra vida. Además, es importante consultar y asistir con un médico cuando un lunar que ya teníamos empieza a picar, doler o sangrar”, expresó el especialista

A continuación, el Dr. Salazar nos da a conocer qué detalles debemos tener en cuenta utilizando las clásicas siglas delABCDE” en cada lunar para saber si alguno ha sufrido alteraciones o se ha vuelto sospechoso:

  • Asimetría: si las dos mitades del lunar se ven muy distintas, podría ser una mancha maligna, por lo que será necesario acudir a un dermatólogo que lo compruebe.
  • Bordes irregulares: debemos prestar atención a los bordes, ya que los lunares causados por el cáncer de piel pueden tenerlos muy irregulares.
  • Color: es importante observar si el lunar tiene varios colores, los lunares muy oscuros o rojizos deben ser también revisados por un especialista.
  • Diámetro: aunque muchos lunares peligrosos tienen un tamaño reducido, por lo general se convierten en sospechosos cuando son mayores de 6 milímetros.
  • Evolución: es recomendable observar cómo evolucionan los lunares que puedan revertir algún tipo de sospecha, para eso se recomienda un análisis mensual, a ser posible con ayuda de otra persona, que compruebe los de la parte trasera del cuerpo, ya que en muchas ocasiones los lunares malignos se encuentran en la zona de la espalda.

Con el objetivo de seguir contribuyendo a una cultura preventiva, la Liga contra el Cáncer este año realiza la campaña “Ahora Protégete del Sol”. Las citas podrán agendarse a través de web .

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