¿Por qué romper un espejo es sinónimo de siete años de mala suerte? ¿Por qué decimos “tirar la casa por la ventana” cuando se va a hacer un gasto fuerte? ¿Por qué se dice que la realeza tiene sangre azul? ¿De dónde viene el término ‘rufián’? ¿Por qué se dice que una persona es coqueta? ¿Es cierto que la mayonesa se corta si la prepara alguna mujer que esté menstruando? Estas son algunas situaciones y expresiones con las que todos nos hemos cruzado alguna vez en la vida. Curiosidades cotidianas, les dicen.
Desde el 2006, el español Alfred López encontró la oportunidad de reunir en un blog en la web –20 Minutos– la respuesta a estas y otras cuestiones relacionadas con creencias, mitología, estafas, charlatanería y pseudociencias. El Comercio conversó con Alfred López –o ‘Ya Está el Listo que Todo lo Sabe’– sobre esta particular afición y sobre su tercer libro que acaba de publicar.
—¿CÓMO NACE ESTE INTERÉS POR ENCONTRAR RESPUESTA A PREGUNTAS O SITUACIONES QUE NOS RODEAN DIARIAMENTE?
Nace cuando era adolescente y estaba en el colegio. Era muy mal estudiante, pero de cada una de las aburridas clases siempre me quedaba con un dato, una anécdota. Los anotaba e iba buscando en bibliotecas, preguntando. Me aficioné tanto que cada vez que veía una película, escuchaba la radio, leía un libro, si había algo que me llamaba la atención me quedaba con ese dato. Así empecé a recopilar curiosidades que posiblemente para muchos eran inútiles, pero a mí me fascinaban por las historias que había detrás.
—¿Y PASABA LO MISMO CON LAS ESTAFAS O BULOS?
Claro. Hace más de 30 años no había Internet ni redes sociales, pero siempre en alguna reunión alguien mencionaba algunos de estos casos y yo era el primero que me interesaba en saber si era verdad o no. Y, bueno, en enero del 2006 me decidí a buscar todo este conocimiento acumulado en mi blog Ya Está el Listo que Todo lo Sabe. Con el tiempo se fue haciendo grande, muchas visitas, premios y demás. La gente de 20 Minutos me pidieron alojar mi contenido en su web, luego vino un señor a ofrecerme publicar un libro con mis curiosidades. Entonces, dejé de lado mi profesión de empleado administrativo –que me aburría muchísimo– para dedicarme de lleno a esto. Ahora además doy charlas, escribo libros y más.
—¿LA LLEGADA DE INTERNET FACILITÓ MUCHO SU TRABAJO?
Así es. De los cuatro o cinco datos que yo podía conseguir sobre una curiosidad, ahora puedo recopilar mucha más información para escribir las historias fantásticas que siempre me han fascinado, pero también a descubrir y destripar mitos. En cierta ocasión, cuando apareció la leyenda urbana de los minions [N. de R.: personajes de la cinta animada “Mi villano favorito”], que si provenían de experimentos nazis, “The Washington Post” me citó como fuente en una nota donde se desmentía, y se explicaba que la foto que daba pie a todo era de unos submarinistas británicos de la Primera Guerra Mundial. En todos estos años he alcanzado unos 40 millones de visitantes. Creo que para un blog unipersonal es un mérito.
—LAS REDES SOCIALES, SOBRE TODO, HACEN QUE LAS CREENCIAS, LAS SUPERSTICIONES Y LA INFORMACIÓN EQUIVOCADA CORRA MUCHO MÁS RÁPIDO. ANTES PASABA LO MISMO CON LAS CADENAS VÍA E-MAIL...
Las transmisiones de los bulos eran orales, a las personas más cercanas, aunque hay muchos que hasta se transmiten por medios de comunicación pese a que no son ciertos. Lo que ahora son las cadenas por WhatsApp antes la gente las distribuía por fotocopias o escritas a mano y las dejaba en el buzón de correo. Pero pese a que hoy en día es más sencillo demostrar –a través de diversas fuentes, enlaces a páginas web y más– la falsedad de un bulo, la gente sigue creyendo en ellos.
—¿Y POR QUÉ SEGUIMOS CREYENDO EN ESTAS HISTORIAS FALSAS QUE SE SIGUEN RECICLANDO EN EL TIEMPO ?
La mayoría de seres humanos no tenemos un pensamiento crítico. No cuestionamos lo que nos encontramos. Todas esas cosas como la famosa estafa nigeriana, en la que un millonario nos deja una cuantiosa fortuna sin más, nos parece tan fascinante que pueda ocurrir que muchas personas siguen cayendo. Es que sigue habiendo mucha gente buena en el mundo. Y los malos, que son menos, se aprovechan de eso. Por eso es que triunfan las pseudociencias y todo lo paranormal, porque a la gente le gustan las cosas fuera de lo común y les gustaría que fueran verdad. Y aunque hay muchas cosas que están demostradas que no funcionan, que son estafas, la gente sigue creyendo, sigue consumiendo productos de pseudociencia, pseudomedicamentos o terapias alternativas. Lo mismo pasa con las estafas; siguen vigentes porque las personas quieren creer que no todo es tal y como lo vemos, sino que hay algo más. Todavía creemos en la bondad del otro y que no nos quieren engañar.
—¿HAY ALGUNA TEMÁTICA EN PARTICULAR EN EL TIPO DE CURIOSIDADES QUE RESUELVES?
Me centro mucho en las supersticiones, temas de pseudociencias. Yo soy escéptico. Por ejemplo, hay gente que aún piensa que la mayonesa se puede cortar solo porque la preparó una mujer que estaba menstruando. Ese es un bulo que no tiene 10 años, sino miles, porque se remonta a la ley judaica, que decía que la mujer con la regla era impura y todo lo que cocinara en el momento de la menstruación se envenenaría y envenenaría a quien lo consumiese, con los años se transformó en la mayonesa. Solo tuvo que coincidir que a dos mujeres menstruando se les cortara la mayonesa para que dieran fe de ello. Hay gente que aún cree que si se rompe un espejo tendrá siete años de mala suerte. Pero no saben que esa superstición viene de Venecia, a finales del siglo XV, cuando las personas adineradas compraban carísimos espejos. Y si el criado rompía alguno, debía pasar siete años trabajando sin cobrar. Todo tiene un porqué, todo tiene una historia. Solo hay que buscar el hilo.
— SU NUEVO LIBRO TIENE AL SEXO COMO TEMA CENTRAL...
Sí. Es una recopilación de datos, de ciencia cotidiana, relacionados con el sexo. Hay datos y mucha etimología que usamos a diario referidos al sexo: por qué llamamos ramera a una prostituta, por qué hablamos de echarse un polvo, etc. Además tiene historias muy curiosas, como la del batallón invencible de Tebas compuesto por 150 parejas de homosexuales. Es un compendio de curiosidades sexuales.
—EN ESTOS 12 AÑOS DE TRABAJO, ¿CUÁL HA SIDO LA CURIOSIDAD MÁS COMPLEJA DE RESPONDER?
Hay muchas, y llegas a un punto en que chocas con un muro, sobre todo en las etimológicas. Pero hay una en la que no encuentro aún la respuesta verdadera: tiene que ver con un tipo de espárrago, llamado espárrago cojonudo. La historia dice que el rey emérito Juan Carlos probó uno de ellos y dijo esa expresión. Ningún medio da cuenta del tema y la Casa Real no ha respondido.