Un incremento de más de dos grados de la temperatura, aseguran los científicos, es el inicio de la curva peligrosa del cambio climático. Unos creen que la alerta roja debería saltar antes, en un grado y medio con respecto a los niveles preinsutriales.
Más de 190 naciones de todo el mundo firmaron un pacto climático en la COP21 para mantener la subida en 2°C. ¿Por qué es tan importante no sobrepasar esta cifra?
"Es una referencia aceptada y un punto de partida. Y es una meta alcanzable hoy por hoy, a pesar de todas las dificultades. Nuestro objetivo debe ser no rebasar ese límite, o nos adentraríamos en territorio inexplorado", explica Nigel Arnell, de la Universidad de Reading (Reino Unido).
La importancia de los dos grados se resume así: por debajo de ese límite, la exposición a olas de calor se reduciría en un 89%, las inundaciones en un 76%, el declive de las cosechas en un 41% y el estrés hídrico en un 26%.
Por encima de esa línea, las olas de calor afectarían a la mitad de la población mundial, las sequías estarían a la orden del día en el Meditarráneo, la producción de alimentos se reduciría ostensiblemente y se multiplicaría el número de especies en vías de extinción.
Además, los pueblos indígenas como los shipibos en el Perú se verían afectados, pues las inundaciones en sus territorios se incrementarían y el acceso a alimentos y salud se haría más difícil, explicó en una entrevista a El Comercio, James Ford, doctor en Geografía e investigador de la Universidad McGill (Canadá).
Una año clave para el futuro del clima
El 2015 pasará seguramente a la Historia como el más caluroso jamás registrado, según instituciones como la Agencia Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos. Si no se acatan los acuerdos firmados por las naciones y se mantiene la tendencia actual, llegaremos a los tres, cuatro o cinco grados a finales de siglo, advierte la agencia.
"La Tierra va a dejar de ser un lugar atractivo si empezamos a hablar de los tres grados", indica el químico y embajador climático David King. "Los dos grados van a ser ya un reto muy grande para naciones-isla como Reino Unido, que pueden ver amenazada su mera existencia. Así que imagine lo que puede ser un mundo en el que 40 grados con humedad sea lo más normal", agrega.
Para el climatólogo de la NASA James Hansen, la zona de seguridad se acaba por encima de un grado, el límite que estamos a punto de rebasar. Hace dos años, Hansen lanzó un llamamiento (respaldado por otros 17 expertos) pidiendo que se abandonara la meta de dos grados y se fijara el aumento máximo en la mitad
El alarmismo de Hansen contrasta con el escepticismo de otros científicos, como el oceanógrafo Charles Kennel y David Viktor de la Universidad de California, que en un artículo en la revista "Nature" califica los dos grados como un objetivo "irrelevante e inalcanzable".
"Concentrar nuestras fuerzas en un solo objetivo y creer que es alcanzable nos obliga a centrar la atención en un número que no está muy bien conectado con el efecto de los humanos en el clima", indicó.
Sin embargo, Andrew Jordan, del Centro Tyndall para la Investigación del Cambio Climático, sostiene que es demasiado tarde para renunciar a la meta de los dos grados. "Poner en duda ese objetivo es, hoy por hoy, como cuestionar la necesidad de una acción colectiva ante el cambio climático", advierte.
Fuente: El Comercio/El Mundo