Según un estudio realizado por Sannie Brum, investigadora del Instituto Piagacu, anualmente la comunidad pesquera del río Purus ubicada en el estado brasileño de Amazonas, mata anualmente a más de 140 delfines rosados para usarlos como cebo en la pesca de piracatinga, un pez necrófago conocido como el buitre de las aguas.
Los pescadores prefieren usar delfín rosado como cebo porque su carne tiene más grasa y un olor fuerte y característico que atrae a la piracatinga.
“El cálculo que hicimos se refiere exclusivamente a la parte baja del río Purus, que es un área de reserva, pero tenemos información de que la práctica se extiende a lo largo del río, por lo que el actual volumen de pesca de piracatinga exigiría el sacrificio de 500 delfines por año tan sólo en esa región”, explicó Brum.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, aún no clasifica al delfín rosado como amenazado de extinción por ser una especie de la que no se tiene datos suficientes, pero las autoridades brasileñas lo califican como “vulnerable”.
La investigadora añadió que de no se adoptarse medidas necesarias, el delfín rosado podría tener el mismo destino del “baiji”, el delfín chino de aguas dulces que fue declarado extinto en el 2007. Otras amenazas para esta especie son la construcción de hidroeléctricas, la degradación de su hábitat, la explotación petrolera y el aumento de la circulación de embarcaciones en el río.