La personalidad muchas veces distante de los gatos no ha sido impedimento para que se vuelvan populares mascotas en la actualidad. Pero la relación entre los humanos y estos pequeños felinos no se reduce a unas pocas décadas, sino que se extiende a milenios enteros.
Así, en el antiguo Egipto, los gatos eran considerados divinidades. Prueba de ello son los estatuas e incluso ejemplares momificados enterrados en tumbas de faraones a lo largo todo el imperio.
-[Esta momia de gato de 2.500 años asombró a los arqueólogos por lo que tiene en su interior]
-[Científicos logran que una momia egipcia de 3.000 años vuelva a “hablar”]
►[CLIC AQUÍ para visitar la portada de Tecnología y Ciencias]
Una muestra de ello es el último hallazgo de gatos momificados a fines del 2019 en la necrópolis de Saqqara, cerca de las pirámides de Giza en El Cairo.
El ministerio de Antigüedades anunció que el hallazgo tuvo lugar al pie del Templo Bastet, dedicado al culto de la diosa egipcia Bastet o Bast, con cuerpo humano y cabeza de gato, protectora de lo humanos y del hogar, deidad de la felicidad y la armonía.
Los felinos estaban relacionados en la cultura egipcia a la felicidad y a la armonía. En la mitología egipcia, Bastet y Sehkmet son opuestas y representan el equilibrio de las fuerzas de la naturaleza: Sejmet es la parte destructora y Bastet la parte pacificadora.
En la misma zona, arqueólogos egipcios hallaron en 2018 decenas de gatos momificados al igual que 100 estatuas de gatos en madera dorada y una estatua de bronce, dedicados a la diosa gata Bastet.
El descubrimiento tuvo lugar “alrededor de una zona rocosa que rodea el complejo funerario de Userkaf en la necrópolis (real) de Saqqara”, que fuera capital del Imperio Antiguo, declaró el ministro de Antigüedades Khaled El Enany.
Pero no solo los gatos eran adorados, sino también los felinos mayores, como los leones, que eran relacionados con el Sol. Para los egipcios, el dios Ra era considerado el dios del Sol.
Síguenos en Twitter: