GINEBRA. La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) insistió en que es fundamental mantener "la vigilancia y la capacidad de respuesta" ante los potenciales casos de ébola en África.
El pasado sábado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que Sierra Leona está libre de la transmisión del virus del ébola, una enfermedad que se ha cobrado ya la vida de más de 11.000 personas en África occidental.
Para Armand Sprecher, especialista de MSF, el hecho de que aún siga habiendo pacientes infectados en el país vecino, Guinea Conakry, hace que exista también el riesgo de nuevos casos en la región.
De hecho, Sprecher advirtió de la aparición de tres nuevos casos hace tan sólo dos semanas en Guinea Conakry, de los cuales uno se desconoce su origen de contagio. "Se estima que en Guinea aún hay 233 personas que han estado en contacto con un paciente infectado de ébola pero que no están siendo vigiladas", declaró Sprecher.
Otra de las preocupaciones para la ONG es la situación de los 15.000 supervivientes que hay en la zona, ya que en su mayoría cuentan con secuelas físicas y mentales tras la enfermedad.
Muchos de ellos sufren problemas tales como dolores musculares, fatiga crónica y dificultades auditivas y visuales, que sin vigilancia pueden incluso provocar la ceguera.
Por otro lado, desde MSF recuerdan que no hay que olvidarse del miedo que aún queda entre las comunidades hacia el virus, que puede provocar depresiones y estrés postraumático.
Además de las secuelas físicas, los supervivientes tienen que lidiar con el difícil acceso a los servicios médicos, algo especialmente complicado para aquellos que perdieron su trabajo y no se lo pueden permitir económicamente.
También persiste el miedo a que queden restos aislados del virus en algunas partes del cuerpo de los pacientes que consiguen superar la enfermedad, pero para MSF se trata de situaciones inusuales, ya que a menudo los lugares en los que se aloja la enfermedad (en el cerebro o en los ojos) no son sitios que faciliten el contagio.
Tan sólo la transmisión a través del semen ha supuesto una preocupación mayor aunque, para Sprecher, si este método de contagio hubiera ocurrido a gran escala, ya habría sido percibido puesto que la mayoría de los hombres supervivientes y que eran sexualmente activos superaron el ébola hace un año.
MSF señala que no hay que centrarse sólo en el riesgo de contagio que puedan suponer los supervivientes, sino en una vigilancia generalizada para conseguir parar definitivamente el ébola y que no se convierta en una enfermedad endémica en el oeste de África.
Fuente: EFE