EE.UU.: pueblo en estado de emergencia por beber agua con plomo
EE.UU.: pueblo en estado de emergencia por beber agua con plomo

Como cualquier habitante de Flint (Michigan, EE.UU.), la familia Mays usaba el agua del grifo de su casa para beberla, cocinar, lavar y bañarse. Hasta que recibieron malas noticias.

En setiembre del 2014 supieron que era mejor no consumir el agua sin hervir y luego, en el verano del 2015, que el vital líquido era altamente tóxico.

Los padres, Michael y Melissa Mays, y sus hijos de 11, 12 y 17 años, confirmaron que a causa del consumo del agua presentaban y cobre por encima de los niveles permitidos en la sangre, el cerebro, los huesos y órganos.

Los metales que contenía el agua les habían causado lesiones en la piel, caída del cabello, hipertensión, convulsiones, pérdida de la visión y de la memoria.

¿Qué había pasado?

Flint estaba conectado al sistema de agua de Detroit, la ciudad más importante del estado de Michigan. Pero en abril del 2014, el entonces alcalde, Dayne Walling, desconectó al pueblo del agua de Detroit y eligió el río Flint como nueva fuente de suministro.

La alcaldía de Flint viene repartiendo filtros de agua gratuitos a los pobladores para tratar de reducir los niveles de plomo en el líquido.  (Foto: AP)

Melisa Mays, pobladora de Flint, se enteró en el verano que el agua que ella y su familia habían estado consumiendo por un año y medio era tóxica. (Foto: AP)

Sean Kemmar, funcionario de la administración de Flint, explicó que la composición del agua de ese río es más corrosiva.

Al pasar por las tuberías del pueblo se desprendió plomo de ellas, el cual se integró a la corriente de agua y, de ahí, a la sangre de adultos y niños.

Según estudios del Hurley Medical Center de Flint, esto provocó un aumentó en la cantidad de niños de Flint que tienen niveles de plomo mayores a los permitidos en la sangre. Kammer estima que los afectados directos por el agua contaminada con plomo son 30 mil; es decir, un tercio de los habitantes del pueblo.

Daños irreversibles

Ante el desastre, la nueva alcaldesa de Flint, Karen Weaver, declaró estado de emergencia en la ciudad, para recibir ayuda del estado de Michigan y del Gobierno federal de EE.UU.

Para tratar de reducir los daños, la alcaldía de Flint está distribuyendo filtros de agua gratuitamente con la ayuda del condado de Genesee, al que pertenece, y esperan cambiar las tuberías del pueblo el próximo año.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el plomo afecta el desarrollo del cerebro en los niños, lo que causa que tengan un bajo coeficiente intelectual, déficit de atención, problemas de aprendizaje y comportamiento antisocial. Cabe resaltar que estos efectos son irreversibles.

Demanda a las autoridades

En agosto de este año, los pobladores de Flint presentaron una petición con 26.000 firmas para que el pueblo vuelva a conectarse al sistema de agua de Detroit.

Recién el 16 de octubre del 2015, más de año y medio después de consumir el agua con plomo, la alcaldía cumplió el pedido.

La alcaldesa declaró en emergencia la ciudad de Flint para llamar la atención de las autoridades federales sobre el desastre ocurrido. (Foto: AP)

La alcaldesa declaró en emergencia la ciudad de Flint para llamar la atención de las autoridades federales sobre el desastre ocurrido. (Foto: AP)

La familia Mays y otros tres afectados demandaron al ex alcalde Walling, al gobernador de Michigan, Rick Snyder, y a otras autoridades de Flint por los daños causados.

"Por más de 18 meses, los gobiernos locales y del estado ignoraron evidencia irrefutable de que el agua del río Flint exponía a los pobladores a una toxicidad extrema. Los funcionarios aseguraron que el agua era tratada apropiadamente y que estaba apta para el consumo", dicen los demandantes, quienes representan a "decenas de miles de habitantes de Flint" afectados.

Dayne Walling, exalcalde de Flint, es uno de los demandados por el cambio de suministro de agua.  (Foto: AP)

Dayne Walling, exalcalde de Flint, es uno de los demandados por el cambio de suministro de agua.  (Foto: AP)

Julie Hurwitz, abogada de los demandantes, le dijo a BBC Mundo que la denuncia podría tardar de dos a tres años en resolverse y que los afectados esperan recibir una compensación económica por los daños. "Pero la salud ya nadie se las devuelve", añadió.

Contenido sugerido

Contenido GEC