En las últimas semanas, miles de pelícanos están muriendo en las playas del litoral peruano, por lo que –tras detectarse el virus de influenza aviar de tipo A en algunas de las aves fallecidas– la Dirección de Sanidad Animal del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) decretó, el pasado 24 de noviembre, una alerta sanitaria nacional. Hoy veremos cuál es la implicancia de esos hallazgos sobre la salud humana y sobre la industria avícola del Perú.
Es importante saber que los virus de la gripe o influenza constituyen una gran familia de siete géneros, de los cuales cuatro (A, B, C y D) infectan diversas especies de aves y mamíferos (focas, perros, caballos, cerdos, ganado vacuno, entre otros). Los seres humanos se infectan con los géneros A, B y C.
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Los virus de la influenza se clasifican según las características y combinación de dos glicoproteínas ubicadas en su superficie: hemaglutinina (H) y neuraminidasa (N). De ahí el nombre de estos virus: el H5N1, que nos ocupa hoy, u otros como H1N1, H2N3, etc.
La hemaglutinina permite que el virus ingrese a la célula que infecta, mientras que la neuraminidasa hace que los virus que se replicaron dentro de la célula infectada sean liberados para infectar nuevas células. H y N son objetivos claves contra los que están dirigidos los anticuerpos y los medicamentos antivirales.
Los virus de influenza son considerados potencialmente causantes de pandemias porque cuando dos o más infectan a un animal (incluido el ser humano) a la vez, es posible que combinen su material genético y –en un fenómeno llamado rearreglo– generen virus mutantes con diferente comportamiento y capaz de causar un nuevo tipo de enfermedad.
Se piensa que eso ocurrió en 1918, cuando un virus aviar se rearregló con un virus de cerdo, formando un nuevo virus H1N1 que causó la gran pandemia con entre 50 millones y 90 millones de víctimas.
Alta patogenicidad
De los siete géneros de virus de influenza, solo el tipo A infecta a las aves, el cual –según el tipo de enfermedad que causa– puede ser de baja o de alta patogenicidad. El virus encontrado en pelícanos muertos de Paita, Pimentel, Puerto Viejo y Cañete es H5N1, grupo A, y de alta patogenicidad. Estos virus son extraordinariamente contagiosos entre las aves, y causan grave enfermedad y una letalidad cercana al 100%.
“Conociéndose que la variante actual afecta más a las aves ponedoras de huevos [...], se espera que el precio de los huevos pueda subir, no así el de la carne de pollo”.
Por la alta contagiosidad y letalidad del virus, la industria avícola ha recurrido a sacrificar millones de aves de corral para evitar que la infección se extienda y diezme a esa población. Este año, se ha batido el récord de sacrificios de pollos y pavos en EE.UU., con 52,7 millones de aves sacrificadas. En el 2015, la cifra fue de más de 50 millones. Más aves mueren por acción de sus dueños, que por gripe aviar.
Recientemente, se han revelado las inhumanas prácticas de eliminación de las aves, una de las cuales consiste en elevar la temperatura de los galpones, lo que causa su muerte por golpe de calor luego de una terrible agonía que puede durar de una a tres horas. Otra consiste en rociar los galpones con una espuma que asfixia a las aves en un período de 7 a 15 minutos. La técnica que emplea CO2 en espacios reducidos y que las desvanece en 30 segundos no es muy usada por ser muy cara.
Riesgo para el humano
Si bien es cierto que el virus es altamente letal en las aves de corral infectadas, se cree que representa una amenaza muy pequeña para el ser humano, excepto en personas que entran en contacto muy cercano con aves infectadas. Se acepta también que, al ocurrir una infección humana, el virus no se transmite de manera eficiente entre personas.
Sin embargo, es posible que algunas personas infectadas puedan morir. En un brote causado por una cepa antigua de H5N1 entre el 2003 y el 2021, poco más de la mitad de las 863 personas enfermas murieron.
La cepa H5N1 que se propaga actualmente (y que está en el Perú) parece ser menos transmisible y grave para los humanos, y se han diagnosticado solo dos casos leves: un hombre del Reino Unido en diciembre del 2021 y otro en EE.UU., que se expuso a aves muertas en un programa de limpieza en abril pasado.
Corolario
Los virus causantes de gripe aviar tienen poca probabilidad de causar enfermedad en los seres humanos, excepto en personas que manipulen aves enfermas o muertas. Hasta ahora, solo se han encontrado dos casos causados por la variante actual. Es importante saber que comer carne de aves de corral o huevos bien cocidos no tiene la capacidad de causar infección.
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La principal amenaza de la gripe aviar es su impacto sobre la industria avícola de carnes y huevos de aves. Conociéndose que la variante actual [2.3.4.4b] afecta mucho más a las aves ponedoras de huevos que a las aves que son sacrificadas por su carne, se espera que el precio de los huevos pueda subir, no así el precio de la carne de pollo.
Debido a que no es posible distinguir a un ave vacunada de un ave asintomática infectada, lo cual origina conflictos comerciales en la industria de exportación de aves, la vacuna existente no es usada.
En este momento, la principal recomendación es que las personas, tanto en la comunidad como de la industria avícola, eviten el contacto directo con las aves enfermas y muertas.