SANTIAGO DE CHILE. La bióloga marina chilena María Soledad Pavlov presentó hoy una investigación sobre bacterias antárticas que podrían combatir infecciones humanas resistentes a los antibióticos comunes.
El estudio de Pavlov se centra en las pseudomonas, un tipo de bacteria presente en la Antártida que sobrevive en condiciones extremas y que tiene la capacidad de inhibir el crecimiento de infecciones por otro tipo de bacterias en el organismo humano, en animales y en la agricultura.
"Cuando tenemos nuestra pseudomona, productora de un compuesto interesante, vamos a su genoma para buscar qué genes tienen que ver con la producción de antibióticos de manera de poder tomarlos y tratar de clonar este compuesto antimicrobiano", explicó la científica chilena.
Para llegar a esta etapa de la investigación, que es impulsada por el Instituto Antártico Chileno (Inach), Pavlov realizó dos expediciones en el territorio antártico, donde tomó 83 muestras de suelo de las islas Shetland del Sur y de sectores continentales.
Desde el descubrimiento de la penicilina en 1928, los antibióticos han salvado innumerables vidas pero su uso indiscriminado hace que algunas infecciones no reaccionen a los fármacos existentes.
En ese sentido, dijo Pavlov, los estudios sobre nuevos antibióticos en todo el mundo son "muy escasos" y desde 1970 hasta la actualidad solo se han generado modificaciones a los fármacos existentes.
"Esto se da por dos casos, por un lado cuando se inició la búsqueda de antibióticos se hizo una introspección masiva y por tanto se agotó la fuente", sostuvo la bióloga marina.
Agregó que también existe "un desincentivo en términos económicos porque la producción de un nuevo antibiótico requiere de un costo aproximado de entre 870 y 1.700 millones de dólares, y la retribución de esta inversión a las farmacéuticas llegaría recién después de 10 o 15 años".
Por este motivo el hallazgo de Pavlov intenta generar un producto biotecnológico nuevo a partir de estas bacterias antárticas que podrían suplir esta falta de antibióticos.
"La industria no se preocupa de investigar para generar este tipo de compuestos", explicó Pavlov.
La especialista ha dedicado cinco años a esta investigación, aunque aseguró que "estamos en una etapa incipiente y apuntamos a que en cinco o diez años podamos generar productos para combatir enfermedades en la agricultura, y en humanos es un poco más adelante".
Fuente: EFE