En los últimos días se han reportado casos de infecciones paralelas de influenza (gripe) y COVID-19 en Israel y España. Hoy, el Centro Nacional de Epidemiología (CDC) confirmó tres casos, entre ellos un fallecimiento. Todo ello en medio del incremento de casos por la variante Ómicron del coronavirus en el mundo.
A esta coinfección de virus respiratorios se la ha bautizado como ‘flurona’, una combinación de las palabras ‘flu’ (gripe, en inglés) y ‘corona’ (por el coronavirus). Es importante aclarar que este término no corresponde a una definición científica y puede llevar a confusiones. Tampoco quiere decir que se trate de un ‘virus híbrido’ entre el coronavirus SARS-CoV-2 y la influenza, según entidades como la Organización Mundial de la Salud (OMS) e investigadores consultados por este Diario.
LEE TAMBIÉN: Respuestas clave sobre la vacunación, tratamientos y variantes
Como ya lo han aclarado diversos expertos, no es poco común que una persona pueda tener dos infecciones a la vez. Tras la confirmación de los primeros casos en España, la microbióloga del Hospital Universitario de A Coruña y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), María del Mar Tomás, le dijo a Europa Press que no se trata de una nueva variante ni enfermedad, sino dos infecciones que coexisten en un mismo individuo.
Pero, no es la primera vez que se reportan casos de coinfección de influenza y covid. Por ejemplo, la revista The Lancet recoge el reporte de casos en el Hospital Clinic de Barcelona de mayo de 2020. En el Perú también se han registrado el año pasado.
LEE TAMBIÉN: A la espera del final de la pandemia ¿Será en el 2022?
En la edición de octubre de 2020 de la Revista de la Facultad de Medicina Humana de la Universidad Ricardo Palma, un equipo de médicos peruanos reportó cinco casos de coinfección de COVID-19 e influenza en pacientes atendidos en el Hospital Dos de Mayo, en Lima.
En diálogo con El Comercio, el neumólogo Antonio Morales-Avalos, uno de los autores del artículo, explica que los casos consignados en su trabajo fueron atendidos durante la primera ola del COVID-19; en ese momento los pacientes no solían tener rinorrea (secreción nasal), pero sí dolor de garganta y los demás síntomas comunes del coronavirus.
LEE TAMBIÉN: Brote de influenza A(H3N2): ¿Cuál es la situación en el Perú y cuáles son los síntomas?
“Los síntomas de ambas infecciones son muy parecidos. ¿Qué nos hizo sospechar [de que algunos pacientes tenían una coinfección]? Cuando, además de los típicos síntomas de covid, presentaban rinorrea, congestión nasal y dolor faríngeo. A ellos les hacíamos el despistaje, y así detectamos los casos. Pero vimos que la enfermedad no fue peor [en ellos], fue manejable y la gran mayoría salió sin mayor complicación”, explica el médico.
Morales, quien forma parte de la Unidad Cardiorespiratoria del Instituto Nacional de Rehabilitación, indica que cuando hay sospecha de una coinfección se realizan dos tipos de pruebas a los pacientes para establecer su perfil viral: PCR para SARS-CoV-2 y el panel de virus respiratorio, para detectar influenza A o B y otros gérmenes atípicos.
Por ello, los autores del estudio recomiendan “realizar pruebas para detectar otros virus y/o bacterias a todos los pacientes con COVID-19″ que lleguen al hospital. Además, consideran que se deben realizar estudios que profundicen sus hallazgos.
Ese año, el mismo equipo de investigadores publicó otro reporte de casos en la Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública del Instituto Nacional de Salud que da cuenta de seis casos de coinfección por SARS-CoV-2 y Mycoplasma pneumoniae, que ocasiona enfermedades del aparato respiratorio, como la neumonía atípica o la traqueobronquitis
No es una nueva enfermedad
Los casos de ‘flurona’ no son más que coinfecciones ya reportadas desde el inicio de la pandemia, afirma los especialistas: “Es lo mismo. Es el término que le están dando a la coexistencia del covid con la influenza, que habitualmente se presenta en otoño. En nuestro caso, encontramos el virus de la influenza A, en la etapa de mayo y junio del 2020″, detalló Morales.
Como reportamos en un informe previo, es este momento algunas regiones del país registran un brote de casos de influenza A (H3N2), que se habría reintroducido al país desde Brasil. El infectólogo Juan Celis, del Hospital Regional de Loreto, le dijo a este Diario que las personas “no deben confiarse porque ambos virus están circulando” a la vez y es difícil identificar las diferencias sintomatológicas, “porque estas son muy pocas”. Recordemos que, a diferencia del coronavirus de la primera ola, las nuevas variantes como Delta y Ómicron sí producen secreción nasal.
Pero, si bien comparten síntomas, también tienen diferencias en algunos aspectos: “Los síntomas de COVID-19 y de gripe aparecen en momentos diferentes y presentan algunas diferencias. Los síntomas del COVID-19 generalmente aparecen de 2 a 14 días después de la exposición. Los síntomas de la gripe suelen aparecer entre 1 a 4 días después de la exposición”, dice Mayo Clinic.
Las complicaciones también son distintas. A diferencia de la gripe, dice la institución, el COVID-19 puede causar “coágulos de sangre y el síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico”.
“Se trata de virus de especies completamente diferentes que usan receptores distintos para infectar, y no hay mucha interacción entre ellos”, dijo hoy el epidemiólogo de la OMS Abdi Mahamud.
La importancia de la vacunación
Mientras que la vacunación contra el COVID-19 supera ya el 80% de población objetivo en el país, la de la influenza se estancó en 2021: solo se logró el 30% de cobertura en adultos mayores, cuando lo recomendado es superar el 85%.
Para los especialistas consultados por este Diario, la baja cobertura de inmunización contra influenza, su avance por ciertas regiones y la circulación paralela del coronavirus, harán que se presenten más casos de coinfección, que probablemente no van a ser detectados.
“Lo que nosotros encontramos en nuestro reporte es que las personas con factores de riesgo como las que tienen obesidad, hipertensas o diabéticas, tenían más riesgo de la coinfección, pero vimos que la mayoría superó con facilidad [ambas infecciones]. Por ello, la recomendación es la vacunación contra el COVID-19, con las tres dosis, y contra la influenza, que debe ser del lote actualizado de este año”, aconseja Morales.