Un fósil descubierto en Canadá revela nuevos detalles sobre el Hallucigenia, una enigmática criatura similar a los gusanos que vivió hace 508 millones de años y que está emparentada con los modernos insectos, arácnidos y crustáceos, según un estudio publicado en la revista Nature.
El Hallucigenia, identificado en 1977 como un organismo individual, tenía varios pares de extremidades y una doble fila de espinas en la espalda, pero hasta ahora no se conocía cómo era su cabeza.
Este hallazgo ha permitido al científico Martin Smith, de la Universidad de Cambridge, y su grupo concluir que la criatura tenía una cabeza pequeña y alargada al final de un fino cuello.
Los investigadores hann identificado, además, un par de ojos simples -en contraposición a los compuestos, más evolucionados-, una boca y dientes circulares.
El descubrimiento arroja nueva luz sobre la evolución de los artrópodos modernos, aunque este animal no es un ancestro directo de ese grupo, sino un "pariente cercano", explicó Smith.
"El Hallucigenia no dejó ningún descendiente vivo. Es parte de un grupo que se extinguió en el periodo Cámbrico", explicó el investigador, que detalló que la criatura es un ejemplar temprano del linaje de los onicóforos, un tipo de gusano con decenas de extremidades.
Por otro lado, en el mismo número de la revista, científicos del Museo Nacional de Historia Natural de Washington (EE.UU.) describen el descubrimiento de un fósil de tortuga primitiva de más de 240 millones de años.
El resto fósil proporciona nuevas pistas sobre la evolución de las tortugas y el origen de su caparazón, que todavía guarda misterios para la ciencia.
Estel ejemplar fosilizado, de unos 20 centímetros, es un eslabón entre los primeros ancestros de las tortugas y los animales modernos.
La criatura, bautizada como Pappochelys, no tiene caparazón y cuenta con unas anchas costillas y con huesos protectores en el estómago.
Fuente: EFE