¿Podría ser cuestión de genes? Un equipo de científicos chinos descubrieron una relación entre las variaciones de un gen específico y la capacidad que tienen las personas para conseguir parejas.
Estudios previos han determinado que el amor está asociado a los niveles de la hormona serotonina en el cerebro. Siguiendo esta base, el equipo chino analizó si las variaciones (polimorfismos) del gen 5-HT1A, que controla la liberación de la serotonina, pueden estar relacionadas al hecho de que un individuo tenga pareja o no.
La investigación, publicada en la revista Nature Scientific Reports, identificó las dos variantes de este gen: C y G. Luego, estudiaron a 579 estudiantes chinos con sus distintos genotipos: CC, CG y GG.
Los resultados demostraron que el 50,4% de estudiantes con genotipo CC tenían pareja. Mientras aquellos con genotipo CG y GG, sólo alcanzaron el 39%.
Este estudio es el primero en mostrar que existe una relación entre los genes y la formación de relaciones amorosas. Sin embargo, la autores indicaron que las posibilidades de conseguir pareja gracias a este factor genético son del 1%, ya que existen muchos otros elementos que interfieren en este proceso.