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La noticia de la muerte del cantante argentino Gustavo Cerati ha causado gran tristeza entre sus seguidores. Según el comunicado emitido por su familia, falleció por un paro respiratorio.
El artista llevaba cuatro años en estado de coma. Quedó así luego de sufrir una isquemia cerebral (obstrucción del paso de la sangre al cerebro) que le ocasionó un accidente cerebrovascular (ACV). Minutos antes había terminado un concierto en Venezuela.
“Una persona que está en coma tiene un daño cerebral severo, pero se mantiene viva. Aún cuenta con reflejos, que son signos de actividad neurológica”, explica a El Comercio el médico cirujano Juan Antonio Almeyda, especialista en medicina de emergencia y ex director ejecutivo de la Oficina Nacional de Donación y Trasplante (ONDT) del Ministerio de Salud.
Declaración legal
En el caso de la muerte cerebral, la figura es distinta. “En la muerte encefálica, debido al daño neurológico irreversible, el cerebro queda sin actividad. Eso quiere decir que ya no funciona. Esta condición, conocida también como muerte clínica, basta para declarar legalmente que una persona está muerta”, indica Almeyda.
Cuando ocurre la muerte cerebral, los órganos suelen seguir funcionando hasta 48 horas después del hecho y por eso es el momento adecuado para la autorización y realización del trasplante de órganos.
¿Y qué hay con respecto al uso del respirador? Se trata de un elemento de apoyo para los pacientes en coma y para quienes tengan muerte encefálica. “En el caso de los pacientes en coma se usa cuando pierden la capacidad de oxigenarse por sus propios medios”, agrega.
Una sola causa de muerte
Las ficciones tanto en la televisión como en el cine nos han acostumbrado a asociar la muerte con la detención del corazón, lo cual se ve reflejado en el electrocardiograma.
“Las personas mueren de una sola forma y es con la muerte encefálica, cuando el cerebro deja de funcionar. Cuando se detiene el corazón y no hay una respuesta, se produce la muerte del cerebro. Eso quiere decir que un paro cardíaco o un paro respiratorio pueden llevarnos a la muerte cerebral. Y cuando hay muerte encefálica, es cuestión de corto tiempo para que el resto del cuerpo muera”, afirma el médico Almeyda. PRECAUCIÓN. Las personas que sufren de accidentes cerebrovasculares no necesariamente mueren. UNA SITUACIÓN COMPLEJA. La adicción a los cigarrillos y su vida acelerada habrían llevado al cantante a sufrir el ACV hace cuatro años, según especialistas. EL PRONÓSTICO ERA MALO. Por su condición y el tiempo en coma, los expertos señalaban que, de recuperarse, Cerati hubiera tenido que lidiar con serias secuelas como la hemiplejia.